Con la presencia de todos los sectores de la sociedad, la Presidenta Michelle Bachelet firmó ayer el acta de adhesión a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) junto al secretario general de la entidad, Angel Gurría. Con ese trámite formal, el gobierno aceptó la invitación de unirse a este grupo.
Ahora faltan dos pasos para que Chile se convierta en el miembro número 31 de la Ocde: la ratificación de la adhesión por parte del Congreso, que el gobierno espera que sea pronto, porque enviará hoy la iniciativa al parlamento. Además, debe hacer el depósito de la convención ante el gobierno francés, donde el organismo tiene su sede.
Tras el ingreso a la Ocde, la tarea no estará finalizada. Chile deberá cumplir varios compromisos obligatorios en materia medioambiental, en un plazo máximo de cuatro años, y deberá entregar un reporte de los avances en 2012. Nicola Bonucci, jefe de asuntos legales de la Ocde, afirma que si Chile no cumple, no se expone a su expulsión ni juicios, sino al reconocimiento público de la falta por parte del resto de los países.
LAS TAREAS PENDIENTES
La delegada de Chile ante la Ocde, Karen Poniachik, explica que "hay ocho compromisos que asumimos en materia medioambiental, en los cuales estamos trabajando". Según la organización, estos incluyen política de manejo de aguas y medioambiente y turismo, indicadores e información medioambiental, manejo de residuos y manejo de químicos.
En la Conama dicen que ya están trabajando en estas tareas. Entre ellas, establecer la nueva institucionalidad medioambiental. Hoy se promulgará, en el Palacio de La Moneda, la ley que crea el Ministerio de Medio Ambiente, la Superintendencia de Medioambiente y el Servicio de Evaluación Ambiental.
Para cumplir con el resto de las tareas, la Conama se ha propuesto implementar una política de seguridad química, aprobada a fines de 2009, que se realizará, entre otras formas, al tener un catastro nacional de industrias que manejan y producen sustancias químicas. Otros compromisos asumidos por Chile son usar instrumentos económicos para la gestión de áreas protegidas, regular el manejo de residuos -con su plan de comuna limpia- y prevenir la contaminación.
Chile también ha abrazado otros compromisos, aunque no son de carácter obligatorio, dice Poniachik. Entre éstos, mejorar el sistema de protección de datos, mejorar la información que el Sernac da a los consumidores y poner a disposición de la ciudadanía la investigación científica que se haga con fondos públicos.