Este domingo las dos principales coaliciones políticas de Chile -la gobernante Alianza por Chile (centroderecha) y la opositora Pacto Nueva Mayoría (centroizquierda)- definirán en unas elecciones primarias a sus candidatos presidenciales para los comicios de noviembre.
Sin embargo, los seis precandidatos se toparon con un problema logístico: unos 70 establecimientos educacionales que funcionan como centros electorales se encontraban "tomados" –ocupados- por organizaciones estudiantiles, como la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Las "tomas" son una de las principales acciones utilizadas por el movimiento estudiantil chileno, para presionar a las autoridades al establecimiento de una educación pública y gratuita en el país.
Y para las primarias, los escolares no están dispuestos a hacer una suspensión de las tomas, con lo cual es incierto su uso como centro electoral.
Lo que tiene al gobierno chileno en una encrucijada.
"A punta de metralleta"
Por un lado, no se puede suspender la elección, pero por el otro desalojar por la fuerza a los estudiantes, con policías y militares, sería algo que podría dejar un duro revés para la coalición de gobierno de cara a los comicios de noviembre.
"El gobierno tendrá que entender que no es bueno para la imagen del país sacar a los estudiantes a punta de metralleta", dijo a BBC Mundo Santiago Rebolledo, presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, el organismo que agrupa a los municipios del país donde están los establecimientos tomados.
La expresidenta Michelle Bachelet, hoy precandidata favorita según las encuestas, llamó a los jóvenes a abandonar la toma.
Pero aseveró que "no puede haber un baño de sangre para que los colegios estén habilitados".
Tal afirmación causó enojo en el gobierno de Sebastián Piñera, que descartó que hubiese un operativo "con metralleta" en ciernes.
"Las palabras de la candidata son absolutamente innecesarias, irresponsables y no atingente a lo que estamos viviendo", señaló este lunes Cecilia Pérez, vocera de Piñera.
El "plan B"
De cara a las primarias hay intensas negociaciones -entre los estudiantes, la Asociación de Municipalidades y el Gobierno- para tratar de que se efectúan las primarias.
Una alternativa sobre la mesa para alejar la posibilidad del desalojo es habilitar establecimientos de educación primaria que remplacen a los que están en toma.
"Nosotros no estamos a disposición del desalojo, no queremos la violencia. Algunos estudiantes han entregado los establecimientos para las elecciones. Esperamos que varios se vayan sumando, pero si esto no llegara a suceder y los colegios siguieran en toma, estamos por un plan B", le explica Rebolledo a la BBC.
Entre la mañana y la noche de este lunes, más de 20 tomas fueron depuestas según la Asociación de Municipalidades.
Y los estudiantes han respaldado la iniciativa de usar escuelas primarias, mediante una carta entregada al Servicio Electoral de Chile (Servel).
"Como estudiantes secundarios fuimos a dejar una carta al presidente del consejo directivo (del Servel) pidiendo que por favor evitemos esos enfrentamientos, con fuerzas militares que ingresen a desalojar. Eso sería retroceder 40 años y abrir una herida en la ciudadanía", señaló a BBC Mundo Moisés Paredes, vocero de la CONES.
Para el líder estudiantil las tomas no buscan oponerse a la democracia, si no que cuestionan la validez de las primarias como elección válida.
"Una primaria no quiere decir que un país es más democrático. Que voten más (veces) no significa que decidan más", asegura Paredes.
¿Debilidad?
Según Patricio Navia, politólogo de la Unversidad Diego Portales y académico de la Universidad de Nueva York, que el gobierno chileno ceda cambiando los locales de votación sería "una pésima señal", ya que las demandas estudiantiles deben tener un límite.
"Es como negociar con secuestradores. Mientras más le das, más piden. Si no desalojan ahora, crearán un precedente y en noviembre (en las elecciones presidenciales) va a ser un desastre. Cada grupo de interés va a querer tomarse un local de votación", indicó a BBC Mundo.
Rebolledo no está de acuerdo. El alcalde asegura que espera que de aquí a noviembre el diálogo deponga las tomas, pero de eso no ocurrir, "vamos a sacar del registro a todos los colegios secundarios y privilegiar los establecimientos básicos", para repetir la fórmula alternativa.
Este martes se reanudan las negociaciones entre estudiantes, alcaldes, el Gobierno y el Servel, para zanjar una solución que se vuelve más urgente a medida que se acerca la fecha de las primarias.
Los centros educativos deben estar listos a más tardar el jueves para comenzar con los preparativos prácticos del proceso electoral.