Chile es el país con mayor desigualdad salarial de los 18 Estados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en un informe que señala la pobreza infantil, los empleos informales y la desigualdad de género entre los principales problemas del mercado laboral del país.

La diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre en 2013 era de 27 contra 1. Si la desigualdad se calcula en función del coeficiente Gini, diseñado específicamente para medir las diferencias salariales, Chile es el país más desigual del llamado bloque.

"Desde la mitad de los años 2000, la desigualdad ha descendido un punto porcentual en Chile. Aunque no se trata de una mejora despreciable, es insuficiente para sacar a Chile del grupo de países más desiguales de la OCDE", señala el informe.
 
El documento agrega que la mejoría en Chile desde mitad de los años noventa hasta inicios del siglo XXI ha sido menor que en otros Estados latinoamericanos como Perú, México, Brasil o Argentina.

También en el apartado de pobreza infantil la OCDE recomienda a Chile que diseñe políticas para corregir la pobreza relativa, entendida como aquellos que aún trabajando no alcanzan un nivel de ingresos superior al 50% de la media nacional.

"La pobreza relativa de Chile se sitúa en el 18%, frente al 11,5% de media de la OCDE" y "los niños son el grupo de edad con mayor índice de pobreza, del 23,5% frente a la media del 13,3% de la OCDE", agregó esa organización.

La pobreza infantil tiene, además, efectos negativos en los resultados académicos y, más adelante, en el rendimiento del mercado laboral, lo que "puede llevar a un enquistamiento de la pobreza y la desigualdad en las generaciones futuras", apunta el estudio.

Otros de los puntos que Chile debe vigilar, siempre según el análisis de la OCDE, son la gran proporción de trabajadores con empleos "informales" (20% de la población) y la desigualdad de género, dado que las mujeres tienen 23% menos de posibilidades de trabajar que los hombres (frente al 12% de media en el conjunto de la OCDE).

"La mayoría de las mujeres que no están en el mercado laboral tienen trabajos no pagados de dueña de casa. Como consecuencia, las mujeres tienen ingresos mucho menores y pensiones considerablemente más bajas que los hombres", resume el informe.

El estudio también llama la atención sobre los llamados "nini", jóvenes que ni estudian ni trabajan y que en Chile alcanza un índice del 22%, frente al 16% de media en la OCDE.

Las autoridades de ese país, a juicio de la OCDE, deberían centrarse en promover la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo, generar puestos de trabajo de calidad, reforzar la calidad de la educación e incrementar la formación continua durante la vida laboral.

Para ello se recomienda incrementar el gasto público en ayudas sociales para los más desfavorecidos, fomentar que las mujeres tengan trabajos remunerados al tiempo que se promueven formas alternativas para cuidar a los más pequeños.

Se aboga, además, por ajustar las regulaciones sobre salarios mínimos para fomentar el empleo juvenil, mejorar los programas de formación continua de los trabajadores e incrementar la vigilancia sobre evasión fiscal, entre otras medidas.

El estudio de la OCDE señala a Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel como los países desarrollados con más desigualdad, frente a la mayor armonización salarial de Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega.