Según un documento elaborado por la directora de la sede regional Buenos Aires del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación de la Unesco, Margarita Poggi, Chile es el país de América Latina que más incrementó la cobertura de educación superior entre 2000 y 2010, subiendo 19,3 puntos porcentuales.

El texto, que fue presentado en el X Foro Latinoamericano de Educación y organizado por Fundación Santillana, plantea que en el año 2000 había un 14,3% de jóvenes, de 18 a 24 años, que asistía a la educación superior. Mientras que en 2010 la cobertura alcanzaba el 33,6%. Si se compara a Chile con los otros 18 países del estudio, se puede concluir que ese año era el segundo con más alto porcentaje de asistencia a educación superior, siendo superado sólo por Bolivia, que alcanza un 35% (ver infografía).

Para Juan Pablo Valenzuela, académico del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la U. de Chile, es destacable el alto incremento de la cobertura, agregando que, según el documento, este aumento es superior a los 5,1 puntos porcentuales que tienen en promedio las naciones analizadas. 

Pero advirtió que "los desafíos ahora apuntan a mejorar la calidad de la educación superior y a un costo razonable".

DEMANDA Y OFERTA

Para José Joaquín Brunner, académico de la U. Diego Portales, el crecimiento en la cantidad de jóvenes de 18 a 24 años que asisten a la educación superior en Chile se debe a dos factores: la alta demanda y una creciente oferta.

En el caso del alto interés por ingresar a la educación superior, Brunner explica que se debe a que "los jóvenes saben que un buen premio salarial por formación se obtiene con más de 12 años de educación. O sea, no basta con terminar la enseñanza media; hay que seguir hacia la superior".

En este punto coincide el rector de la U. Adolfo Ibáñez, Andrés Benítez, quien planteó que "en Chile, la diferencia de salario entre alguien que va a la educación superior y quien sólo cursó la media es de casi tres veces".

Brunner agregó que también se debe considerar que "ha habido apoyo -en términos de becas y créditos- para que los jóvenes puedan estudiar". Y Benítez indicó que un factor relevante fue la creación del Crédito con Aval del Estado (CAE), "que respondió a una demanda insatisfecha, producto de la ausencia de crédito hacia el sector privado".

Respecto de la oferta de matrículas y carreras, el ex ministro de Educación dijo que existe "un número alto de instituciones, de distinto tipo, que han estado aumentando los programas cortos y vocacionales, dirigidos directamente a las necesidades laborales del país".

Sobre la evolución de tendencia, Brunner afirmó que "se mantiene en crecimiento, pero a un menor ritmo". Y proyectó que en el rango de 18 a 24 años el incremento se estancará, de acuerdo a la realidad que apunta a que cada vez hay menos jóvenes, y debido a que las matrículas en educación superior irán hacia personas de más de 25 años que ingresan a programas vespertinos.

ESCOLARIDAD

En tanto, el director del Centro de Políticas Comparadas de la U. Diego Portales, Ernesto Treviño, planteó que los datos muestran que, pese a que se ha incrementado la cobertura de escolaridad en todas las edades y sectores, "hay diferencias que aún se mantienen en los resultados de aprendizaje, en los distintos niveles socioeconómicos y también en género".

En el análisis también se destaca que en el año 2000, Chile tenía en los estratos bajos un porcentaje de cobertura de 51,6% a los cinco años de edad, y en 2010 subió al 89,7%.