Hace 50 años, Jaime Michelow (1929-2013) se convirtió en el primer chileno doctorado en Matemáticas en volver al país. Hasta entonces, el desarrollo de la disciplina en Chile era prácticamente nulo. Hoy, el país es el líder en la producción de estudios matemáticos en Latinoamérica (ver in fografía) y cerca de 350 matemáticos están realizando investigación.

Es una de las razones por las que la Unión Matemática Internacional (IMU) distinguió a Chile, junto a Corea del Sur, como ejemplo del desarrollo científico de la Matemática en países emergentes, durante el congreso mundial que la IMU realiza en Seúl (ver recuadro).

Samuel Navarro, académico de la U. de Santiago y presidente de la Sociedad de Matemática de Chile, quien viajó  a Seúl a recibir el premio, dice que para su entrega se tomó en cuenta el rápido aumento de la productividad matemática, pues mientras 50 años atrás no había publicaciones, hoy se crean más de 400 artículos al año. "Muchos países empezaron antes y si medimos sus publicaciones per cápita, Chile los supera. La calidad de nuestra matemática hace que hoy vengan muchos extranjeros no sólo a trabajar a universidades, sino a realizar postgrados y a colaborar con investigadores chilenos", sostiene.

En Chile, el trabajo de los matemáticos es casi desconocido. Hay 15 grupos dedicados a investigación, pero sus resultados no siempre son aplicables directamente. El trabajo se realiza individualmente o en pequeños grupos. "Los fracasos no son publicables", dice Navarro, y en su campo hay muchos. "Tenemos tantos resultados que tenemos harta vida por delante para que ello llegue a ser aplicado. ¿Por qué desarrollarla si no va a poder ser aplicada mañana?, justamente porque la herramienta tiene que estar cuando se necesite. Uno no sabe cuándo va a usar la linterna en casa, pero igual tiene pilas. Lo que hacemos es mantener esa linterna, ahí está y la humanidad la va a necesitar", asegura, como ya fueron fundamentales para el desarrollo de la tecnología celular, computacional o espacial. "Todos estos avances han sido posibles, porque la matemática se ha desarrollado".

El académico agrega que si el país tuviera una política científica y destinara más recursos a la investigación, se acercaría a los países más ricos. "Necesitamos que este desarrollo en matemática se pueda llevar a la población, que tengamos formación en matemática de alta calidad. Hay niños y jóvenes con capacidad. Lo hemos demostrado con las Olimpíadas (evento anual de la Sociedad), y no sólo hablamos de memoria, sino de una tremenda potencialidad para resolver problemas complejos".