Con promedios de democracia bastante similares a los del 2011, fueron los resultados del Índice de Democracia de The Economist, que en su quinta edición sitúa a Chile como el tercer país más democrático en América Latina en 2012, después de Uruguay y Costa Rica.
Según el director de la Unidad de Proyecciones de los países del medio británico, Laza Kekic, "en 2012 la democracia global estuvo en punto muerto, en el sentido de que no hubo ni un progreso ni un retroceso significativo en los niveles de la democracia en el mundo".
En tanto, el ranking mundial estuvo encabezado por Noruega, con 9.93 puntos de 10. Seguido de Suecia (9.73), Islandia (9.65) y Dinamarca (9.52).
Chile, por su parte, ocupó el lugar número 36 del ranking, con 7.54 puntos. En la categoría de "Procesos electorales y pluralismo", el país obtuvo 9.58 puntos, en "Funcionamiento del Gobierno" obtuvo 8.57. La puntuación más baja la consiguió en "Participación política" con 3.89 puntos.
Uruguay se situó en el puesto número 18 a nivel mundial, siendo de esta manera el número uno en América Latina. Costa Rica, por su parte, se encuentra en el puesto número 22. Siguen en este sentido, Jamaica en el número 39; Brasil en el puesto 44; Trinidad y Tobago en el 48; México en el 51; Argentina en el 52 y Colombia en el 57. En tanto, Venezuela, Haití y Cuba ocupan los últimos lugares del continente.
Latinoamérica ocupó el cuarto lugar en el mundo en el Índice de Democracia, con 6,36 puntos, después de Norte América, Europa Occidental y Europa Oriental. Esto debido a que, según el informe, la violencia y el narcotráfico siguen teniendo un impacto negativo en la democracia de algunos países, por lo que la mayoría de ellos son considerados "democracias imperfectas" o regímenes híbridos".