Prácticamente estancada está la participación laboral femenina. Según el INE, entre noviembre y enero sólo el 48,3% de las mayores de 15 años se declaró laboralmente activa; es decir, trabajando o buscando empleo.

Si bien dicho nivel significó un alza de 4 puntos porcentuales respecto del registrado enero-marzo de 2010, el avance se contuvo a contar de 2011, fluctuando entre  47% y 48%. En paralelo, persiste la brecha con 72% de participación masculina (ver infografía).

Según la Ocde, Chile es el sexto país con menor participación laboral femenina, con una tasa inferior al 54,1% que promedian los países del bloque. El mayor nivel lo presentan los Países Bajos, con 79,9%

En este contexto, María Inés Salamanca, coordinadora de Programas ONU Mujeres en Chile, precisa que es necesario ampliar la integración de las mujeres al trabajo, argumentando que "genera beneficios económicos de amplio espectro".

De hecho, según la especialista, en algunas regiones se han evidenciado pérdidas de hasta 27% en el PIB per cápita debido a diferencias de género en el mercado laboral.

Junto a ello, la presencia de las mujeres continúa estando mayoritariamente adscrita a rubros como el comercio o enseñanza, y sólo el 2% de las ocupadas son empleadoras.

Un reciente estudio de la consultora Mercer arrojó que, al igual que en Chile, las mujeres representan el 41% de la fuerza laboral femenina a nivel mundial. Tras analizar más de 160 compañías en 28 países, concluyó que las empresas latinoamericanas son más agresivas al contratar mujeres en el plano administrativo, pero comienzan a disminuir en cargos gerenciales.

RAZONES FAMILIARES

Las principales razones de las mujeres que permanecen fuera del mercado del trabajo radican en el ámbito familiar.

Según el INE, el 37% de las 3.736.370 de mujeres laboralmente inactivas señala razones familiares permanentes, mientras que 18% menciona razones de estudio. "Las madres salen a las  siete de la tarde y se encuentran con el problema, sobre todo en los quintiles más  bajos, que no tienen dónde dejar a los hijos", dice la  diputada Denise Pascal, miembro de la Comisión Laboral de la Cámara Baja.

Para reducir las brechas de género, Salamanca plantea la necesidad de mayor transparencia en la conformación de los directorios.  Por ejemplo, información pública que indique la proporción de hombres y mujeres, diseñar estrategias que promuevan la presencia de mujeres en las empresas y en la gerencia.

Junto con ello, enfatiza que se deben proporcionar soluciones de trabajo flexibles para combinar el empleo y las responsabilidades familiares, a menudo uno de los temas principales en todo el mundo en relación a la inserción plena de las mujeres en el mundo laboral.

La ministra del Trabajo, Javiera Blanco, agregó que "con la reforma laboral se potencia harto la participación de la mujer, estamos diciendo que en las  comisiones laborales de la negociación colectiva, si hay una mujer en el sindicato, tiene que formar parte de esa comisión". Blanco cree que esto realza  el nivel  de importancia y necesidad de participación, y destaca que el principal cargo de la CUT esté en manos de una mujer.