Las autoridades de Chile han transmitido al Gobierno australiano su "preocupación" por la anunciada producción y comercialización de pisco, una bebida protegida bajo denominación de origen, por parte de una firma local.

La polémica se desató cuando el pasado día 16, el diario digital australiano "Watoday" publicó una noticia que daba cuenta de la producción del "primer pisco australiano".

En la citada información, el productor de vinos de Harmans Estate, Greg Garnish, anunciaba que esta bodega lanzaría el primer pisco de Australia en un evento llamado City Wine, que se celebrará los días 9 y 10 de junio en la ciudad de Perth, oeste de Australia

Garnisch explicaba que la disputa sobre los orígenes del aguardiente sudamericano había abierto la puerta a esta bodega de la localidad de Margaret River para destilar pisco y reclamar su nombre en Australia.

Al enterarse de ello, la Asociación de Productores de Pisco de Chile remitió una carta a la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) para advertirle de que una empresa australiana estaba produciendo y planeando comercializar la bebida con la denominación de origen pisco.

La Direcon y el Ministerio de Agricultura decidieron entonces "analizar todos los antecedentes para determinar las acciones concretas a tomar", según dijeron a Efe fuentes de este organismo, dependiente de la Cancillería chilena.

De hecho, el pasado 20 de mayo, la propia directora general de Relaciones Económicas Internacionales, Paulina Nazar, sostuvo una reunión con el ministro de Comercio australiano, Steve Ciobo, en la que "le transmitió las preocupaciones planteadas por los productores de pisco de Chile, así como la importancia que tiene este producto" para el país austral.

Además, la Direcon puso el asunto en conocimiento de la Embajada de Australia en Chile, "que se comprometió a abordar esta materia a la luz de las excelentes relaciones que mantienen ambos países bajo un exitoso Tratado de Libre Comercio vigente desde el año 2009", manifestaron las citadas fuentes.

El gobierno chileno subrayó que se mantendrá "atento a cualquier información que remitan las autoridades australianas".

Se desconoce si a pesar de las diferencias que mantienen con Perú por la denominación de origen del aguardiente, las autoridades chilenas han dialogado con sus homólogas peruanas para analizar la posibilidad de una acción conjunta.