La inversión extranjera directa (IED) en América Latina subió 5% a un máximo histórico de US$184.920 millones en 2013, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Chile fue el tercer mayor receptor de la IED, tras Brasil y Mexico, pese a que los flujos cayeron 29% a US$20.258 millones el año pasado.

Brasil recibió 35% de la IED que llegó a América Latina y el Caribe: en 2013 atrajo US$64.046 millones, levemente por debajo de 2012. México fue el segundo receptor, con US$38.286 millones, el doble de lo recibido en 2012, gracias a la adquisición de la cervecera Modelo por Anheuser-Busch Inbev en US$13.249 millones.

Los flujos mundiales de IED subieron 11% en 2013 con respecto al año anterior, mientras que la participación de América Latina y el Caribe en el total mundial se mantuvo en 13%, señala el informe La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2013 presentado este jueves por el organismo.

Desde 2003 la IED hacia la región ha crecido continuamente, salvo en 2006 y 2009, aunque respecto al tamaño de las economías se ha mantenido prácticamente estable desde 2011. Este crecimiento se ha sustentado en el aumento de la demanda interna y los altos precios de los productos primarios de exportación, señala el informe.

En los dos últimos años, la expansión económica se ha desacelerado y los precios de los metales han caído, por lo que la Cepal proyecta que en 2014 las entradas de IED caerán levemente. Pese a lo anterior, el organismo observa que las empresas transnacionales muestran todavía gran interés por el crecimiento a largo plazo del consumo en la región y por la explotación de los recursos naturales.

Según el estudio, 82% de las corrientes de IED se dirigen hacia las seis principales economías de la región, aunque en términos relativos son más relevantes en las pequeñas, especialmente las del Caribe.

Recibieron menos flujos de inversión extranjera directa en 2013 además de Chile, Argentina (-25%) y Perú (-17%), mientras que en Panamá (61%) y Bolivia (35%) estos aumentaron significativamente. América Central captó 21% más IED que en 2012 y el Caribe registró una caída de 19 % (debido a una operación específica en República Dominicana).

"En la última década, la inversión extranjera directa en América Latina y el Caribe se ha multiplicado por cuatro, pero es necesario analizar su papel frente al cambio estructural para la igualdad. Creemos que estos ingresos deberían ser parte de los procesos de diversificación productiva que están llevando adelante los países de la región", dijo la Secretaria Ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.

"Las inversiones en sectores de alto contenido tecnológico pueden tener mayor capacidad de generar impactos positivos en la economía local, así también las transnacionales podrían establecer vínculos y eslabonamientos productivos con las empresas locales".

La rentabilidad media de las empresas transnacionales en la región descendió por debajo del 6%, su nivel más bajo en una década, principalmente por la caída del precio de algunas materias primas de exportación. A pesar de esto, las utilidades totales de estas empresas aumentaron hasta los US$111.662 millones en 2013. Estas utilidades, advierte el informe, representan un flujo negativo que repercute en el déficit en cuenta corriente de la región.

Respecto a los sectores de destino, el estudio de la Cepal no evidencia cambios significativos. En 2013 el sector servicios recibió 38% del total, manufacturas 36% y recursos naturales 26%.

Europa, como región, encabezó en 2013 la lista de los principales inversionistas: tanto en Brasil como en México fue responsable de cerca de la mitad de los flujos de IED. Estados Unidos, por su parte, continúa siendo el mayor inversor individual.