FICHA:
Chile 3: C. Bravo 5; M. Isla 4 (88', P. Díaz -), G. Medel 3, G. Jara 3, J. Beausejour 5; Ch. Aránguiz 6, P. Hernández 5 (88', C. Carmona -), A. Vidal 4; E. Vargas 4, E. Paredes 6 (56', J. Valdivia 3), A. Sánchez 6. DT: J. A. Pizzi 5.
Venezuela 1: W. Faríñez 4; A. González 2 (60', V. García 4), W. Ángel 3, M. Villanueva 3, R. Feltscher 4; R. Zambrano 4, T. Rincón 4 (84', A. Figuera-); J. Murillo 3, R. Otero 5, D, Machis 4 (68', A. Peñaranda 5); S. Rondón 4. DT: R. Dudamel 4.
Goles: 1-0, 5', Sánchez anota con un tiro libre al ángulo que deja parado a Faríñez; 2-0 ,7', Paredes cierra una extraordinaria jugada armada entre Alexis y Aránguiz; 3-0 ,22', Paredes marca con la cabeza en la boca del árco tras pivoteo de Sánchez; 3-1 ,63', Rondón se eleva sin marca y cabecea bajo al gol .
Árbitro: Andrés Cunha (URU) 5. Amonestó a Medel (CH); González, Ángel (V).
Estadio Monumental. Asistieron 45 mil personas, aprox.
(76') Faríñez tapa un penal a Sánchez.
No es justo quedar con un sabor amargo tras una victoria clave ante Venezuela, por 3-1. No es justo que, después de un primer tiempo brillante, la Roja termine sufriendo por su abuso de confianza, al borde de la jactancia. No es justo que la inspiración de Sánchez y la contundencia de Paredes se manchen por carencias mentales de jugadores de primera clase. Es lo que sucede en el Monumental tras el pitazo final del árbitro. Chile gana, se mete en zona de clasificación directa para Rusia 2018, pero la celebración no es completa.
Eso que el arranque es arrollador. Alexis la pone en el ángulo para el 1-0 y después, entre él y Aránguiz arman el 95 por ciento del primer gol del capitán de Colo Colo. Y todo eso antes de los 7 de minutos. Tarea cumplida, la Selección se saca toda la presión y sólo le queda florearse frente a una Venezuela desfigurada.
Sánchez es un jugador de otro nivel en una tarde normal. Si la cosa es con inspiración, se vuelve un monstruo. El derroche de su talento en los dos primeros tantos es la muestra perfecta de lo que viene. Y con sus bicicletas, lujos, diagonales, pases entre líneas para Beausejour y cambios de frente, el Niño Maravilla se convierte en el faro del baile ofensivo de Chile. De sus pies (y de su cabeza) nace el 3-0, obra del mismo Paredes, quien con su oportunismo responde al llamado de Pizzi.
Porque el talismán albo ahora es el talismán rojo. No necesita participar mucho del juego ni ser un generador. Sólo tiene que estar en el lugar exacto para anotar. Con eso le basta para ser una de las figuras y hacer historia como el goleador más viejo en los libros de la Roja.
Es verdad, la Vinotinto no parece un rival a la altura del bicampeón de América. La zona media es una especie de platea, en la que los venezolanos ven pasar una y otra vez la pelota por los pies de Aránguiz (de despliegue conmovedor), Hernández (pase seguro) y Vidal (estampa de crack). Y eso que el Rey Arturo está menos preciso de lo que acostumbra. No desentona, pero tampoco es el rutilante de siempre.
No todo es brillo, eso sí. La defensa de la Roja realiza un partido muy discreto. Medel, y eso sí que es sorpresivo, está en un mal día. Descoordinado con Jara, que también sufre por lentitud. De no ser por Claudio Bravo y por la falta de jerarquía de sus delanteros, especialmente Murillo, Venezuela pudo fácilmente irse al descanso con uno o dos goles.
Ese descuento recién llegó a los 63', gracias a un cabezazo de Rondón. Pudo ser una anécdota de no ser por el despilfarro de Chile. Porque en los primeros 15 minutos del complemento, Vidal se perdió tres frente al arco, Paredes se comió otro y Alexis intentó un sombrero casi en área chica. Dígale como quiera, pero lo exhibido por la Roja hasta ese minuto se llama petulancia. Exceso de relajo. Falta de seriedad, lo que es peor.
Bravo explota de ira con sus compañeros. Cómo no, si Venezuela se agranda y Chile sufre. Peñaranda, recién ingresado, exige al capitán de la Roja. Y luego Rincón celebra un disparo que pega en el travesaño y parece colarse dentro del arco local. La fiesta del primer tiempo se ensucia. Sufrimiento innecesario.
La calma debía llegar a los 76', por el penal de Feltscher sobre Hernández. Alexis se lo pidió a Vidal, para superar a Marcelo Salas como máximo goleador histórico de la Selección, y se lo perdió. Otra rabia en una jornada que no debía generar tanta molestia.
Al final, el equipo de Pizzi se queda con el triunfo y escala en la tabla. Desperdicia, eso sí, la opción de acortar distancia en la diferencia de goles, pensando en un cierre de infarto de las Eliminatorias Sudamericanas. Chile brilló, Chile hizo enojar. Todo en 90 minutos y todo por responsabilidad exclusiva de los bicampeones.