Será la segunda vez en la historia que se aborde este tema de manera oficial en la Organización de Naciones Unidas. Y será la primera vez que Chile lidere una iniciativa formal al respecto: a más tardar el próximo 24 de septiembre, el gobierno presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU una propuesta para alertar sobre el trato que reciben las minorías sexuales en todos los países que integran el organismo internacional.
Se trata de los denominados proyectos de resolución, iniciativas que pueden ingresar todos los países miembros para reco- mendar acciones concretas a otros estados.
Esta vez, en el marco de la 27ª sesión del Consejo de DD.HH., la votación de estos proyectos -cuyo carácter no es vinculante- se concretará el 25 o 26 de septiembre. El último ejemplo de este tipo de recomendaciones se produjo a fines de junio, cuando La Moneda rechazó una propuesta del Vaticano que apuntaba en contra del aborto.
Sobre el tema de las minorías sexuales sólo existe un antecedente. En 2011, Uruguay lideró una petición -apoyada por varios países, entre ellos Chile-, cuyo resultado fue que la Oficina de la Alta Comisionada de los DD.HH. elaborara un estudio sobre "leyes y prácticas discriminatorias y actos de violencia cometidos contra personas por su orientación sexual e identidad de género".
En esta ocasión, el objetivo de la administración de Michelle Bachelet es alertar sobre el trato dado a las minorías sexuales y lograr que se realice, desde ahora, un monitoreo y una actualización periódica de ese informe.
La Tercera consultó a la Cancillería chilena sobre este tema. Desde el Departamento de DD.HH. informaron que el proyecto de resolución que se presentará tiene un doble fundamento. Primero, "promover el respeto de los DD.HH. para todos, sin distinción, resguardando el principio de universalidad de derechos humanos". El objetivo -aclaran- es dejar establecido que "las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuadas (LGBTI) tienen los mismos derechos que toda persona". Segundo, se establece que "es responsabilidad del Consejo de DD.HH. combatir las violaciones de DD. HH. basadas en la orientación sexual y de género, expresadas en actos de violencia, hostigamiento, exclusión, estigmatización, per- juicio y discriminación".
Sobre este último punto, en Cancillería sostienen que "la existencia de legislación nacional o la prevalencia de ciertas costumbres nunca pueden justificar el abuso, los ataques, la tortura y, mucho menos, las matanzas de que son víctimas las personas LGBTI".
En los últimos días, la propuesta de Chile ha sumado el apoyo de los gobiernos de Uruguay, Colombia y Brasil.
En la Cancillería informaron que aún no está listo el documento que se presentará a la ONU. Sin embargo, este diario accedió a un borrador que ha sido socializado con el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
En ese texto se manifiesta una "grave preocupación por los actos de violencia y discriminación, en todas las regiones del mundo, que se cometen contra personas por su orientación sexual e identidad de género". Y en otro de los puntos del documento se pide a la ONU que el informe que se elaboró en 2011 sea actualizado cada dos años. En uno de los párrafos se lee: "Actualizar el informe sobre leyes y prácticas discriminatorias y actos de violencia en contra de las personas basados en su orientación sexual e identidad de género, presentarlo durante el vigésimo período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, y, a partir de entonces, rendir un informe, cada dos años, ante el Consejo".
La encargada de liderar el proceso será la representante permanente de Chile ante Naciones Unidas, Marta Maurás, quien ha estado en permanente contacto vía e-mail con el presidente del Movilh, Rolando Jiménez. De hecho, ambos comenzaron a ver el tema durante una reunión a principios de esta año.
Los detalles, además, fueron abordados el miércoles de la semana pasada, en Santiago, en un encuentro entre el canciller Heraldo Muñoz, el Movilh y otros representantes de organizaciones de diversidad sexual.