Chile fue un excelente perdedor. Por eso no tuvo problemas en realizar el tradicional "pasillo" a la selección alemana cuando subían a recibir las medallas de campeón. Los jugadores germanos, en tanto, recibieron el gesto de buena gana y saludaron a los chilenos mientras caminaban. Juego limpio en estado puro.

Todos los roces y las discusiones quedaron dentro del campo. Los jugadores de La Roja comprendieron que la derrota pasó por temas netamente futbolísticos. Por eso, y en un gran gesto que los enaltece aún más, presentaron sus felicitaciones con la frente en alto.