Ningún país en el mundo ha sido capaz de reducir sus niveles de obesidad y sobrepeso. Es más, en los últimos 25 años al menos, en un tercio de los países la obesidad ha crecido al doble. Así lo señala un estudio en 195 países publicado ayer en The New England Journal of Medicine y realizado por el Instituto para la Métrica de Salud y Evaluación de la U. de Washington (IHME), la FAO y financiado por la Fundación Gates. El análisis muestra que en 2015, 107,7 millones de menores de 19 años y 603,7 millones de adultos eran obesos en el planeta. Esto representa el 5% de los menores y el 12% de los adultos.
Dentro de este panorama global, Chile no está mejor. Considerando sólo a la población de más de 20 años, el país ocupa el décimo lugar entre los países con más población con exceso de peso (sobrepeso y obesidad sumados) y el vigésimo entre los más obesos.
"Nos enfocamos en erradicar la malnutrición por déficit, pero no nos preocupamos de la calidad nutricional ni de lo que podría ocurrir a largo plazo. Nos pasó lo mismo que hoy ocurre en Africa y en India, pero en un corto período de tiempo", dice Daniela Godoy, investigadora de la Escuela de Salud Pública de la U. Mayor
Según Ashkan Afshin, académico del IHME, el cambio en la actividad física, los alimentos procesados, con mayor densidad energética y la comercialización de estos productos que incrementó el acceso de la población, son parte de la explicación del problema. "El ambiente de comida parece ser el principal impulsor de la obesidad", indica.
Múltiples causas
Marcia Erazo, académica de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, señala que las causas de la obesidad son múltiples y por lo mismo, es extraordinariamente complejo abordarla y tener buenos resultados. Hasta ahora ha habido pequeñas experiencias exitosas, pero todas relacionadas como intervención comunitaria, en los colegios, lugares de trabajo, más consumo de agua y acceso a áreas verdes
La investigación hace hincapié en que el exceso de peso tiene relación con al menos 40 millones de muertes al año en el mundo, principalmente por enfermedades al corazón, diabetes y enfermedad renal. No sólo la obesidad está relacionada con las muertes, de hecho el 40% de los fallecidos eran personas con sobrepeso.
En el caso de Chile, el estudio señala que las muertes asociadas a IMC se redujeron entre 1990 y 2015, cuestión que también sucedió en países desarrollados como EE.UU., variación que se atribuye al acceso a medicamentos y atención de salud, pero no por una disminución de las enfermedades asociadas al exceso de peso.
Según Andrea Huidobro, académica de la U. Católica del Maule y colaboradora del Centro Avanzado de Enfermedades Crónicas (Accdis), todo el esfuerzo debiera estar en la prevención y una vez que ya está presente el problema, "en hacer intervenciones permanentes, lo que no es muy fácil de implementar o bien recibido por la población". También recalca la necesidad de buscar un diagnóstico más certero de obesidad para tratar al individuo con sobrepeso asociado a enfermedad o factor de riesgo local para cada población. Esto permitiría enfocarse en subpoblaciones en las que los esfuerzos de tratamiento fueran más eficaces.
Chile ha tomado algunas medidas para disminuir los índices de sobrepeso y obesidad pero como son nuevas, no se pueden evaluar. Godoy dice que falta tiempo para evaluar con evidencia científica y a nivel global qué políticas funcionan.
En lo que existe consenso entre las investigadoras es que es necesario tomar acciones en varios niveles, desde medidas estructurales hasta educación comunitaria y atención individual.