El vocero de gobierno, Alvaro Elizalde, fue el encargado de presentar la postura de Chile en la Reunión de Consulta de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para abordar la "reestructuración de la deuda soberana: el caso de Argentina y sus consecuencias sistémicas", instancia en que entregó todo el apoyo al país trasandinó a través de una declaración.
Durante su intervención, el secretario de Estado expresó que "estamos aquí manifestando nuestro apoyo y solidaridad inmediata con Argentina, que se expresa en el proyecto de Declaración presentado por Brasil y Uruguay, que suscribimos plenamente en una materia considerada urgente y de interés común para todos".
"Aspiramos que este foro hemisférico, en el cual están representadas todas las visiones y sensibilidades, entregue una señal política clara y directa que contribuya a generar un clima favorable para dar estabilidad al proceso de reestructuración de la deuda emprendido por Argentina. Este clima favorecería a todos los estados miembros de esta organización que pudieran verse enfrentados a estos procesos en el futuro", se agrega en la declaración.
Elizalde calificó la presencia nacional en la asamblea como "un gesto de solidaridad con un país hermano" y como "una oportunidad para reafirmar lo que América Latina y el Caribe señalaran en CELAC, donde concordamos que era 'indispensable para la estabilidad y predictibilidad de la arquitectura financiera internacional, garantizar que los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, en el marco de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas, sean respetados'".
Asimismo señaló que, en coincidencia con lo expresado por Unasur, "nos parece grave que agentes especulativos pongan en riesgo los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, afectando la estabilidad financiera global".
Finalmente, Elizalde remarcó que "debemos ser explícitos en la necesidad de buscar nuevos consensos en situaciones como los que afectan hoy a nuestros hermanos argentinos, las que involucran el bienestar y crecimiento de un pueblo entero. Se requieren nuevos pactos globales en torno a nuestras estrategias de desarrollo sustentadas en un principio de solidaridad que debe regir nuestras relaciones regionales".