Noche muy fresca la de la quinta jornada de los Mundiales de Atletismo. Quizás el día más frío de lo que va del siempre egoísta verano en Londres. Estadio Olímpico, repleto nuevamente, como ha sido la tónica desde el primer día del certamen. El entusiasmo no cesa entre el público inglés, siempre fiel a este tipo de eventos deportivos.
Martes con presencia chilena en la pista y en el foso, con expectativas diametralmente distintas: Isidora Jiménez, con el humilde objetivo de mejorar sus registros personales en las clasificatorias de los 200 metros, y Natalia Duco, con la ambición de meterse en su tercera final de un campeonato mundial en el lanzamiento de la bala.
Ninguna de las dos cumplió sus metas.
La primera en salir a competir fue Jiménez, quien se ubicó en el carril dos de la sexta serie de los 200 metros. La chilena se presentaba con el peor tiempo del año entre las siete corredoras de su heat, y a pesar de que tuvo una buena salida (0"141 de reacción al disparo), no logró sobreponerse a los pronósticos y remató última con 23"89, lejos de su mejor marca de la temporada y de su récord personal (23"33 y 22"95 respectivamente).
"Estoy con sentimientos encontrados. La marca fue mala, pero no me sentí tan mal; creo que ha sido la falta de estar un poquito más en forma para los 200. Tuve una buena salida pero para arriba se me fueron las demás competidoras", afirmó la atleta en zona mixta. "Me ha pasado este año que lo que era mi fuerte (el cierre de la prueba con los últimos 100 metros) no me está acompañando; al salir de la curva me quedo sin fuerza y por eso voy a tener que seguir entrenando para que no me vuelva a ocurrir eso", añadió la estudiante de periodismo, que terminó en el lugar 41 entre 46 corredoras.
Media hora después fue el turno de Natalia Duco, quien integró el Grupo B en la ronda clasificatoria del lanzamiento de la bala. La chilena, quien consiguió a última hora la marca de 17,75 metros suficiente para sacar pasajes a Londres, registró un lanzamiento de 17,31 en el primero de sus tres intentos. En el segundo, lanzó la bala a 17 metros y 66 centímetros, a la postre su mejor rendimiento, ya que en el último sólo alcanzó los 17,29, quedando lejos de los 17,79 de la brasileña Geisa Arcanjo, la última clasificada a la final.
Muy afectada y sin ganas de explayarse, Duco pasó por zona mixta afirmando: "La verdad es que no me siento bien porque claramente mi meta era clasificar a la final; aunque tengo todas las excusas del mundo para no haberlo logrado por mi operación (al hombro derecho), yo quería clasificar y no lo logré, así que no me siento bien".
Rato después, cuando ya había finalizado la jornada, la cinco veces mundialista compartió con su familia, que la acompañó hasta Londres. Fueron momentos de contención para la atleta, quien seguía sin digerir su actuación y se retiró del estadio olímpico entre lágrimas.
Fue el final de una noche triste para las chilenas en Londres. Ni Isidora ni Natalia fueron capaces de cumplir con los objetivos que ellas mismas se habían planteado. Fracasos que se enmarcan en la escuálida participación chilena en este Mundial.