Mucho se habla del déficit de recursos de la educación chilena. Varias propuestas de los candidatos, de hecho, consideran aumentarlos. Sin embargo, ello no bastaría para resolver el problema de la educación, que pareciera ir por otro lado. Es lo que sugiere un estudio elaborado por investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, liderados por Cristián Bellei y Juan Pablo Valenzuela.
La investigación analizó el rendimiento de Chile en Pisa 2006 en Lectura y Matemáticas -la prueba de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico en la que participan más de 50 países- y lo comparó con Uruguay, España y Polonia.
Su conclusión es que la diferencia de recursos sólo explica hasta un tercio de la brecha de resultados, mientras que el grueso se debe a otra causa: la ineficiencia en el uso de los recursos. "La capacidad del sistema educacional chileno de transformar los recursos que posee en logros de aprendizaje es menor que la de los países europeos", concluyen los autores.
Por ejemplo, si Chile subiera su eficiencia al nivel de Polonia subiría 74 puntos su resultado en lectura, lo que lo ubicaría séptimo, en vez de la casilla 38 que tiene ahora. Mientras que en matemáticas, aumentaría 103 puntos y llegaría a 514 puntos, con lo que se ubicaría por sobre el promedio de la OECD (en 2006 logró 411 puntos).
DESMENUZANDO LA BRECHA
Lo que hizo la investigación fue analizar un conjunto de variables que, se estima, tienen efecto sobre el desempeño de los alumnos. Por ejemplo, el nivel socioeconómico de los padres, la cantidad de horas de enseñanza, los recursos físicos del colegio y el número de alumnos por profesor. Luego se analizó qué pasaría si cada uno de estos factores -y, luego, todos como un conjunto- fueran iguales en Chile y los países estudiados. "Ello permite determinar si la brecha es atribuible a alguno de estos factores", explica Juan Pablo Valenzuela.
El resultado indicó que si, por ejemplo, los alumnos chilenos tuviesen el mismo nivel socioeconómico y cultural de las familias españolas, el puntaje en matemáticas sólo subiría tres puntos. Si se igualaran todas las condiciones, la brecha quedaría sin variación en matemáticas y sólo se reduciría en un tercio en lectura comparado con España y Uruguay.
¿Cómo se explica dicha ineficiencia? El estudio no aborda las razones, pero entrega algunas hipótesis. Una posible causa es la baja efectividad docente: profesores que no logran sacar más provecho a sus alumnos. "Una posible razón es que en el país séptimo y octavo básico son cursos de primaria, mientras que en Europa son de nivel secundario", explica Bellei. Ello llevaría a que exista un déficit de profesores especializados para esos cursos, lo que impediría a los alumnos avanzar más rápido en los contenidos de más dificultad.
"Lo que hacen los docentes en la sala es crucial para explicar las diferencias", dice Ernesto Treviño, investigador del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la UDP. En ese sentido, el experto explica que directores, docentes y sostenedores debiesen estar siempre enfocados en el aprendizaje, pero ello no siempre es así. "Suelen estar muy preocupados por asuntos administrativos", agrega.
Mientras que, con la nueva Ley General de Educación, séptimo y octavo pasarán a formar parte de la enseñanza media.
EL AVANCE DENTRO DE LA ESCUELA
La prueba Pisa es tomada a los alumnos de 15 años de 57 países, independiente del curso en que se encuentren en la escuela. Estos datos permiten estudiar cómo varía el desempeño de los alumnos según el año en que se encuentren en la escuela, lo que es un indicador de cuánto van aprendiendo a medida que avanzan en ésta.
En este ítem, comparado con España y Polonia, y luego de controlar por variables como nivel socioeconómico de los alumnos y tamaño de los cursos, los chilenos son los que aprenden menos por cada año de escolaridad, según determinó el análisis hecho por el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile. Así, mientras los escolares españoles del grado 11 (equivalente al tercero medio de Chile) logran 270 puntos más que los que asisten al octavo año, los chilenos sólo logran 100 puntos más.
Para Juan Pablo Valenzuela y Cristián Bellei, dos de los autores del estudio, esto es una muestra más de la necesidad de aumentar la efectividad del sistema escolar.