Este viernes comienza en Lima el VI Sudamericano de Taekwondo ITF, en el que participarán cerca de 1.500 deportistas en las modalidades de individual y equipos. Chile contará con una delegación de 90 exponentes, en el que hay participantes desde los 6 a los 50 años, quienes se medirán en las modalidades individuales (formas, lucha y lucha pre establecida) y equipos (luchas y formas). El torneo se extenderá hasta el 3 de septiembre.
Los representantes nacionales, estarán a cargo de la Organización Nacional de Taekwondo (ONT) y la Federación Chilena de Taekwondo Tradicional. De ellos, 10 cuentan con panamericanos y sudamericanos. Eso sí, esta rama no es la que compite en el ciclo olímpico.+
Eduardo Oviedo, entrenador de la selección chilena comenta que "la mayoría de los competidores estudian y trabajan, logrando importantes títulos como es el caso de Stefano Vomiero, quien además de posicionarse como un fuerte referente nacional en la disciplina, logró el tercer lugar en los campeonatos mundiales de 2011 y 2015".
Pero también hay otros casos particulares, como el de Carmen Gloria de la Maza (43), quien participará en la instancia con sus hijos Martín (10) y Victoria (12).
"Cuando Martín estaba en kínder, la profesora me dijo: 'El próximo año te van a empezar a molestar con el neurólogo o con el Ritalín. Antes de llegar a eso, por qué no pruebas con este deporte. Yo lo practiqué y me hizo muy bien'. Entonces, lo llevé donde Eduardo Oviedo, quien se especializa en niños, y le fue muy bien. Ahora está en cuarto básico, se saca buenas notas y tiene gran control de impulsos", cuenta esta dueña de casa.
"A mí también me gustó este deporte y comencé a practicarlo. Luego, a Victoria también le gustó y se metió un mes después. Después entraron mi marido y el enano más chico. Así que toda la familia lo practica", agrega De la Maza, quien está en categoría verde punta azul, mientras que sus dos hijos mayores están en rojo punta negra o primer GUP.
También está el caso de Susan Bailey (43), quien se integró gracias a su hijo. "Luciano (9) entró a los cuatro años y me motivé con él. Me interesó. Yo antes hacía otros deportes, pero nunca taekwondo", parte señalando esta instructora de yoga, quien rápidamente se metió entre las mejores: "Con el tiempo le fui tomando el gustito y ahora soy cinturón negro".
"Llevamos cuatro años y medio en este deporte. Yo llegué a ser cinturón negro y mi hijo también. Mi hijo más chico, de siete años, también se metió", añade Bailey, quien comenta que "será la primera vez que compitamos en el tatami con Luciano".