Chile tiene a su maestro
Matías Domínguez se adjudicó el Latinoamericano Amateur de Golf. Así, será el segundo nacional en el Masters de Augusta, tras Enrique Orellana, quien lo disputó en 1964.
Hoyo 18. Un tiro para alcanzar la gloria. Un tiro para entrar en la historia. Eso es lo que separaba a Matías Domínguez de cumplir el sueño de su vida: jugar el Masters de Augusta.
Pulso firme, mirada clavada en el agujero. Lentamente la pelota avanza por el green del Club Pilar Golf de Buenos Aires. De repente, la pelotita desaparece. Entró. Manos a la cara y a celebrar. Domínguez acaba de transformarse en el primer campeón del Latinoamericano Amateur de golf y, en consecuencia, disputará el Masters, en abril próximo.
Fue un proceso lento, de mucho progreso y constancia. El jugador del Country Club llegaba al torneo como un miembro más de la delegación chilena. Uno más de los seis jóvenes que aterrizaban a Buenos Aires con la ilusión de, quizás, poder jugar junto a los mejores del mundo. El ranking de Domínguez hablaba de una nula opción de poder ganar. Pocas veces un jugador ranqueado 412 tiene la preferencia de las personas para llevarse un triunfo.
Pero él no escuchó. Desde la primera ronda su fortaleza mental lo llevó a plantarse con autoridad en la cancha, construyendo paulatinamente el triunfo. Bandera tras bandera, ir lento, pero seguro.
Después de terminar la jornada del sábado, a nadie le resultaba extraño que este joven de 22 años estuviera liderando la tabla. El golf que mostró toda la semana lo hacía merecedor del lugar que estaba ocupando.
Comenzó con bogey
Así comenzaba la jornada de ayer, como puntero y jugando como todos estos días: sólido, constante y dejando que sus errores no lo afectaran. Vivir del pasado no sirve cuando se quiere avanzar. Así, tras un bogey en la primera bandera, encadenó dos birdies hasta que las nubes negras aparecieron. Eso sí, no en su juego. La lluvia cayó con fuerza en el Pilar Golf; tres horas de retraso hacían presumir que todo podría cambiar, en especial porque el campo se transformaría en una cancha tal vez "ilegible", y con los rivales directos con tiempo para repensar sus estrategias.
Pero Domínguez siguió jugando igual, logrando administrar la ventaja de tres golpes que tuvo casi toda la última ronda sobre el joven argentino Alejandro Tosti (17 años), su más cercano perseguidor. Eso sí, no fue fácil.
"Fui capaz de controlar mis nervios hasta el hoyo 13. Después de eso comencé a ponerme tenso. Era imposible mantenerme tranquilo en la posición en la que estaba, así es que solo me enfoqué en tratar de dar lo mejor de mí", explica el estudiante de la Universidad Texas Tech, donde es compañero de Guillermo Pereira.
Pero llegó la bandera 17. Ahí, Tosti tuvo la oportunidad de quedar a un palo, pero lo traicionaron los nervios. El bogey que hizo le dejaba el campeonato servido al chileno. El transandino, con su gente apoyando, peleó hasta el final e hizo par en el último hoyo, dejando todo en manos del chileno. Tranquilo por fuera, pero nervioso por dentro -"en el hoyo 18 estaba temblando y canté en mi mente para no pensar en cosas que me distrajeran"- concedió un bogey, pero eso fue suficiente para quedar con la ventaja justa y definitiva en la lucha por llegar al torneo más importante del golf mundial. Enrique Orellana ya tiene a alguien que lo acompañe en la historia.
Domínguez ya conoce el campo de Augusta
Considerado el torneo más importante del mundo, jugar el Masters de Augusta es el sueño de todos los golfistas. Por ser amateur, Domínguez no podrá llevarse el premio que se le entrega al ganador (US$ 1.620.000), aunque sí puede adjudicarse la corona.
Sobre la oportunidad de disputar este major, Domínguez dijo que "no he podido pensar mucho en lo que será ir allá, sólo quiero ir a disfrutar el momento, tratar de conocer a todos los jugadores y aprovechar ese tiempo con mi familia y amigos". El año pasado, los tres amateurs que jugaron el torneo no pasaron el corte.
Igualmente, el Masters no es totalmente nuevo para Domínguez, ya que ya ha jugado en las canchas del Augusta National Golf Club, gracias a su universidad, Texas Tech. Incluso, tiene su hoyo favorito: "Ese vendría siendo el 13".
Además de encontrarse con los mejores del mundo, tendrá la ocasión de hacer algo diferente con ellos. Esto, debido a que el Masters tiene una tradición: que los campeones amateurs jueguen con ex ganadores. "Jugaría con cualquiera, pero si tuviera que elegir a uno, sería Phil Mickelson".
Ir al Masters no fue lo único que ganó en Buenos Aires, ya que también podrá participar de la última etapa de clasificación para el Abierto Británico y el U.S. Open, además de recibir una exención total para jugar el The Amateur Championship en Gran Bretaña, el U.S Amateur de Estados Unidos y cualquier otro campeonato amateur de la Asociación de Golf de Estados Unidos (USGA, por sus siglas en inglés) para el cual sea elegible.
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