En 2009, Chile tiene el presupuesto más bajo de la región para incrementos salariales, a raíz de la crisis económica. Así lo muestra un estudio de la consultora internacional Watson Wyatt, que sondeó, en abril, a 441 ejecutivos del área de Recursos Humanos de grandes empresas de Latinoamérica. Por primera vez, la muestra incluyó a Chile.
Según el reporte, las compañías en el país tenían un presupuesto precrisis que implicaba un alza de 6,5%. Sin embargo, dada la coyuntura, ese incremento fue revisado y reducido a 2,7%. En Argentina, por el contrario, las firmas trabajan con un aumento de 12%; en Brasil, de 5,4%; en Colombia, de 3,1%, y en México, de 2,9%.
El informe también da cuenta de otros impactos de la crisis en las decisiones empresariales. Dos son las conclusiones centrales, a juicio de Gregorio de la Fuente, gerente general de la consultora. "Las decisiones más duras, como despidos masivos o reducción de salarios, vienen en retirada. Y la duración de la crisis, que se presumía corta, ahora se espera que se extienda todo 2009 y parte de 2010", indica.
En efecto, el 52% de los encuestados cree que los efectos de la crisis en su empresa se prolongarán entre seis a 12 meses y 32% piensa que se extenderán por 12 a 18 meses. Un 56% de los participantes ya redujo su presupuesto para ajustes salariales y un 27% espera hacerlo en los próximos 12 meses. Por lo mismo, el 50% cree que la oferta de mano de obra en el mercado laboral ha aumentado. De los ejecutivos consultados, 48% redujo en promedio 15,9% su presupuesto de recursos humanos. En esa línea, el 57% dijo que no ha contratado nuevos empleados y un 22% planea hacerlo en un año.
DESFASE
De las principales preocupaciones que tienen las empresas, al 81% lo que más le preocupa de la crisis es el bajo crecimiento. El desempleo acapara el 48% de las opiniones y el tipo de cambio concentra un 36%. De la Fuente aclara que las decisiones empresariales tienen un desfase de cuatro a seis meses con la realidad. "Las decisiones más duras que se tomaron entre diciembre y marzo, la gente de la calle las sentirá en agosto o septiembre, por lo que es factible que el escenario empeore en términos de desempleo y actividad", a juicio del ejecutivo.