Hace cinco años, científicos alemanes de la U. de Heidelberg crearon y construyeron el primer microscopio capaz de observar células de distinto tipo -incluyendo embriones- y recrear esas imágenes en un computador en tres dimensiones. 

Joachim Wittbrodt, del Centro de Estudios Orgánicos (COS) de la U. de Heidelberg, uno de los  que diseñaron este equipo, está en Chile para participar en un seminario en la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, pero no llegó solo. Consigo trajo uno de los 20 microscopios de este tipo que existen en el mundo, el primero en Latinoamérica, para que científicos chilenos y estudiantes puedan realizar sus propios estudios.

Miguel Allende, director del Centro Fondap de Regulación del Genoma de Chile -donde estará alojado el microscopio-, dice que observar en tres dimensiones es una característica que no la tienen otros microscopios en nuestro país, lo que permite investigar en más detalle desde embriones hasta células madre. "Se podrán ver, por ejemplo, células para la generación de tejidos. En teoría, se puede trabajar cualquier experimento que permita mirar grupos de células y su comportamiento en el espacio", dice Allende.

CANCER Y RETINA

En Alemania, el equipo de Wittbrodt está usando el aparato para estudiar las células del cáncer. En su investigación usan peces especiales de laboratorio para probar medicamentos anticáncer.  " Como la piel de los peces es translúcida, el microscopio nos da una respuesta muy real de cómo actúa el medicamento", señala a La Tercera Joachim Wittbrodt.

Además, están estudiando el ojo de ese mismo pez para entender mejor los procesos y conexiones con el cerebro y la regeneración de éste, investigaciones que pueden en el futuro aplicarse a la oftalmología y curar lesiones de retina humana, por ejemplo. Incluso, se podrían estimular las células del ojo para que éste se regenere a sí mismo.

"Esta tecnología nos ha permitido observar células madre y su accionar en el organismo vivo y no en laboratorio", insiste el experto.

Hasta ahora, uno solo de estos microscopios ha sido comercializado por un valor de 212 millones de pesos.

El que llegó a Chile fue una donación. Para costear su mantención, su uso será abierto a investigadores y estudiantes de otras instituciones y universidades de todo el país.b