Cerca de 805 millones de personas pasan hambre en el mundo. Otros dos mil millones sufren de malnutrición o "hambre oculta", de acuerdo al Indice Global del Hambre (GHI) 2014, presentado ayer. La pobreza es la principal causa de esta ingesta insuficiente de vitaminas, minerales y nutrientes, dice el informe.

El índice, que considera 129 países (excluye a los industrializados), deja a Chile como el segundo latinoamericano con menor porcentaje de personas subnutridas y como el de menor prevalencia de bajo peso en niños menores de cinco años.

Según el informe, el 0,5% de los niños chilenos menores de cinco años tiene bajo peso, aunque el Ministerio de Salud dice que la cifra actualizada es del 0,3%, mientras el 3% de la población está subnutrida.

A pesar del éxito en las políticas de erradicación de la desnutrición en Chile, aún es considerado un país en desarrollo. "Chile ha hecho un muy buen trabajo monitoreando el hambre, que se ha reducido sustancialmente. La malnutrición no es un asunto de preocupación para Chile, sin embargo, hay algunos focos de malnutrición y hambre, particularmente en mujeres y niños indígenas. Es necesario enfocarse en eso, además de la obesidad y sobrepeso", dice a La Tercera Shenggen Fan, director del Instituto de Investigación Internacional de Política Alimentaria (IFPRI), uno de los autores del informe.

Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Nutrición del Ministerio de Salud, dice que la cifra actual de niños menores de seis años con bajo peso va en 0,3% (medida peso-talla), comparable con países desarrollados. "No hay grandes diferencias a nivel país. Si el promedio es 0,3%, en algunas regiones del norte es un poco más alto, pero nunca más de 0,6%", indica.

"Lo que quedan son casos específicos de desnutrición secundaria, asociada a alguna enfermedad o consumo de drogas en el embarazo. No es por hambre, como pasa en países vecinos. Estos casos están identificados por el sistema y se les hace acompañamiento", indica Anna Christina Pinheiro, académica del Departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile.

Son niños y adultos mayores, en general, y su condición está asociada al nivel socioeconómico. "Lo más probable es que estos niños se concentren en poblaciones más vulnerables, porque la desnutrición se concentra en entornos de mayor pobreza. Hay algunos pueblos indígenas que están en una situación económica más baja, pero además tienen talla más baja", dice Rodríguez.

Hoy, el sistema sanitario está preparado para realizar seguimiento a niños y adultos mayores con bajo peso, descartando que sea por alguna patología de base, mala absorción de nutrientes o enfermedad crónica no diagnosticada. "Cuando en un consultorio se diagnostica bajo peso se da señal de alerta, lo evalúa un médico, realizan exámenes, visitas domiciliarias. Porque un niño desnutrido no es uno más, tienen que estar controlados, porque son muy poquitos", dice Rodríguez.

Hambre global

Dieciséis países tienen niveles alarmantes de hambre, Burundi, en Africa, es el más afectado, con 67,3% de su población con subnutrición. Le siguen Comoros (65,3%) y Eritrea (61,3%). Según el informe, hace tres años eran 26 los países con niveles de hambre "alarmantes" o "extremadamente alarmantes", sin embargo, algunos de los 805 millones de afectados siguen siendo crónicamente desnutridos, a pesar de los esfuerzos para combatirlo.