Un partido no apto para cardíacos se vivió en la final del Mundial de Polo entre Chile y Estados Unidos. Esto, porque la selección nacional obtuvo el campeonato del mundo en el tiempo extra, ganando de forma agónica por 12-11.
Pese a estar en contra durante todo el encuentro, excepto en el cuarto chukker cuando, con anotación de Mario Silva, los chilenos lograron estar arriba por solo un minuto. Al final, fue el mismo jugador el que le dio el triunfo a los nacionales con un certero disparo, el que pegó en el poste antes de entrar.
Los estadounidenses no supieron aguantar la ventaja que tuvieron durante todo el pleito y terminaron siendo empatados, con gol de Felipe Vercellino, cuando el duelo ya expiraba. Con más ganas que juego, Chile salió con todo en el tiempo extra en busca del gol, el que llegó a los tres minutos, comenzando la celebración en el Club de Polo San Cristóbal.
Con esto, Chile sumó su segunda corona mundial, antes lo había logrado en 2008, en México, y dejó el título en casa.