Ayer, pasadas las 9.00 en Uruguay (8.00 en Chile), la Presidenta Michelle Bachelet ingresó hasta el Palacio Legislativo, en Montevideo, para participar del cambio de mando entre el ahora ex Presidente José Mujica y el nuevo mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez.
Al ingresar a la sala de sesiones de la Asamblea General, la Mandataria se sumó a un grupo de autoridades que a esa hora llegaban para participar de esta ceremonia, entre ellos el Presidente de Perú, Ollanta Humala.
Durante la última semana, tanto desde la Cancillería chilena como peruana se habían realizado gestiones para concretar un encuentro entre Bachelet y Humala o sus respectivos cancilleres, aprovechando que todos coincidirían en el cambio de mando uruguayo.
¿La razón? Realizar un gesto de acercamiento entre ambos países para descomprimir la tensión luego que hace 10 días Perú culpara a Chile de realizar espionaje en su contra.
Esta acusación luego se tradujo en el envío de una nota de protesta por parte del país vecino a la Cancillería chilena, además de la decisión de ambos países de llamar a consulta a sus respectivos embajadores, lo que fue visto como un retroceso en el esfuerzo de retomar las relaciones bilaterales tras el fallo de La Haya.
Pese a que Bachelet y Humala se encontraron y participaron de conversaciones informales junto a otros mandatarios, finalmente la cita se concretó entre los cancilleres Heraldo Muñoz y Gonzalo Gutiérrez, de Perú, en el hotel Radisson de Montevideo, donde en 10 minutos se abordó esta polémica.
"Dialogamos sobre la materia y le reiteré que Chile responderá oportunamente la nota peruana", declaró ayer Muñoz, tras finalizar la cita, asegurando que esto es "lo principal" para poder dar por superado el impasse.
Fuentes diplomáticas aseguraron que la Cancillería chilena está a la espera de un informe que entregará la Armada de Chile respecto de la eventual participación de dos funcionarios chilenos en el caso de espionaje que investigan en Lima para entregar su respuesta a Perú.
Al ser consultado respecto del estado de las relaciones bilaterales con el país vecino tras esta situación, Muñoz dijo: "Es un momento que hay que saber superar y el ánimo es positivo, porque hemos estado teniendo reuniones muy importantes, ha habido gestos significativos por parte de ambos países y tenemos la disposición y voluntad política de mirar al futuro".