Histórico

Chileno que dibuja para Disney: "En 37 años puedo decir que he trabajado todos los días en Donald"

Vicar es el célebre artista chileno que ha ilustrado al emblemático pato, del que acaba de lanzarse un libro compilatorio que homenajea a su dibujante.

En 1971, Víctor José Arriagada, más conocido como Vicar, recibió el encargo de realizar la historieta del Pato Donald para el mercado escandinavo. No era un desafío menor, ya que detrás del popular plumífero estaba la mano de Carl Barks, uno de los dibujantes más influyentes de la historia de Disney. Pero Vicar se sentó a dibujar y no paró más.

El tiempo pasó, y los reconocimientos no tardaron en llegar. "Era un hombre encantador, y me echó algún piropo", recuerda Vícar. "Me dijo "better than me" (mejor que yo), pero él es inalcanzable, un maestro en todo sentido", recuerda sobre la bendición de Barks, que lo catapultó ser considerado el mejor dibujante de Donald en el mundo.

Ayer se lanzó para el mercado hispano un libro recopilatorio de las historietas clásicas de Disney, conocidas como Hall of Fame, y el nombre de Vicar volvió a surgir: el primer número de la colección está dedicado a Donald y a su obra. "Ya se habían hecho volúmenes en otro idioma", explica Vicar. Y la verdad es que por ello no me emociono tanto. Me lo tomo como lo que es, un reconocimiento por algo que queda bien, que es aceptado. Lo importante que es que en 37 años puedo decir que he trabajado todos los días en Donald", dice modestamente.

Arriagada es uno de los dibujantes de historietas más reconocidos del país. Comenzó en clásicos como Barrabases y afinó su pulso haciendo caricaturas políticas en las revistas El Pingüino y Topaze. De esta época son dos de sus más famosos personajes, el Huaso Ramón y El Paleta, una sátira a Jorge Alessandri. Luego, en 1960 se radicó en Barcelona y ahí le surgió la posibilidad de entrar al mundo de Disney.

"Fui el primero que fue contratado por la editorial (Gutemberghus) para hacer a Donald. Dijeron: hagamos cosas nuevas, y eso es bastante difícil. En este trabajo uno siempre va progresando pero tratando de no traicionar el modelo", explica.

Reconoce que dibujar a Donald, Daisy, Tío Rico y a los tres sobrinos, Hugo, Paco y Luis, no es una tarea sencilla. "Es un personaje muy complicado. Si uno le cambia un poco el largo del pico, los ojitos, la cara de Donald cambia totalmente, cambia su expresión. Es un personaje muy complejo", cuenta.

En sus comienzos para Disney, Vicar trabajó con importantes dibujantes como Hervi (Hernán Vidal) y Themo Lobos (Mampato), pero fue un proceso difícil. "Es como cuando tratas de imitar la firma del papá para el justificativo del colegio", explica. Dice que hay estilos diferentes y no siempre se acomodan, pese al talento. Por ello pese a tener a dibujantes trabajando bajo su impronta, terminó sólo haciendo las aventuras de Patolandia.

Vicar es un auténtico suceso en los países nórdicos, donde se publican hasta 340.000 ejemplares semanales de las aventuras del plumífero y su familia. En sus palabras, su impacto es tal que los niños en Finlandia, por ejemplo, aprenden a leer con el Pato Donald. Y por ello, cuando hace un viaje por esos países, se le trata como ídolo. "Cuando viajo los lectores me piden que les haga dibujos, y me piden cosas raras, como que les haga al Tío Rico o la piscina de las monedas donde se lanza a nadar", cuenta.

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