Las panexinas son unas proteínas que están relacionadas con la inflamación, pero hace algunos años se descubrió que también lo están en el proceso de comunicación entre las neuronas, ya que se ubican en la zona donde se produce la transmisión de la información.
Alvaro Ardiles, bioquímico e investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencia y de la Escuela de Medicina de la U. de Valparaíso, junto a su grupo de investigación, encontró evidencias de que estas proteínas podían modular la actividad neuronal: cuando no estaban presentes o las inhibían, la comunicación entre las neuronas aumentaba.
Ardiles ahora prueba fármacos que puedan bloquear su acción con la idea de aumentar la actividad neuronal y revertir el daño que genera el alzheimer.
Este año, gracias a un proyecto Fondecyt, estudiará el comportamiento de animales con alzheimer que están siendo tratados con medicamentos que bloquean la acción de las panexinas. Entre estos fármacos está uno para tratar otras enfermedades inflamatorias, como la gota y la artritis gotosa.
"Estas proteínas participan también en los procesos de comunicación relacionados con la memoria y el aprendizaje, lo que se denomina plasticidad neuronal. Cuando aprendemos algo, ocurre un cambio en el patrón de actividad de algunos grupos de neuronas ubicadas en estructuras del cerebro importantes para el aprendizaje, y luego, cuando necesitamos recuperar este conocimiento, es decir, recordar lo aprendido, estas neuronas han experimentado una serie de cambios que las hacen estar preparadas para volver a adquirir ese patrón de actividades, y aquí estas proteínas podrían ser importantes", explica Ardiles.
Para esta investigación se le enseñará a un grupo de ratones una ubicación dentro de un laberinto y se les dará alguna clave visual para orientarse. ¿Por qué evaluarán la ubicación? Porque la memoria espacial es una de las primeras que se dañan en un paciente con alzheimer, dice Ardiles.
"Si logramos disminuir o revertir el daño en las neuronas y en la pérdida de memoria, el fármaco podría ser promisorio para iniciar estudios en humanos", agrega. El que una de las sustancias bloqueadoras sea un fármaco que ya está aprobado pavimenta las futuras pruebas en personas.