La hipotiroxinemia materna es un trastorno poco conocido en Chile. Se trata de una disminución de la tiroxina, una hormona tiroidea, durante el embarazo, justo en el período en que la mujer debería producir más para cubrir las necesidades de ella y del feto en gestación. El niño afectado por este déficit hormonal puede tener daño en su sistema inmunológico y cognitivo.

Claudia Riedel, experta de la U. Andrés Bello y del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), explica que el trastorno afecta a una de cada 20 embarazadas. "Es asintomático para la madre y eso nos preocupa, ya que puede tener repercusiones en el hijo, afectándole toda su vida", dice.

Junto a su equipo, Riedel investiga los mecanismos que están alterados en los niños con hipotiroxinemia materna. Los últimos avances en sus estudios muestran que los daños se podrían revertir. "Hasta ahora se cree que los daños son irreversibles, pero nosotros creemos que no. Si sabemos qué es lo que está dañado, podemos buscar mecanismos para recuperarlo. Hemos visto que algunas interleuquinas (un tipo de proteína) están ausentes en los animales que estuvieron expuestos a la falta de tiroxina en la gestación". A su juicio, es posible agregar estas proteínas para restablecer el equilibrio perdido.

Tesis de expertos
Los expertos han visto que el déficit de hormonas tiroideas causa alteraciones neuronales y en la mielina de éstas (sustancia que recubre los axones de las neuronas, claves en la velocidad y calidad de la conexión entre estas células). Es precisamente este daño el que puede repercutir en problemas cognitivos en los procesos de aprendizaje y almacenamiento de memoria, pudiendo ocasionar déficit atencional o bajo coeficiente intelectual, entre otras dificultades. También han advertido que estos menores son más susceptibles a enfermedades autoinmunes.

La tesis que maneja el grupo dirigido por Riedel apunta a que la falta de hormonas tiroideas durante el embarazo provoca en el feto una alteración en las células T Reguladoras, encargadas de suprimir el sistema inmune y de evitar que ataque a las propias células del organismo. "Estas T reguladoras estarían presentes, pero no activas", explica Riedel. Es por esta razón que en el caso de una enfermedad autoinmune como la esclerosis múltiple, por ejemplo, los hijos de madres que padecieron falta de hormona tiroidea en esa etapa tendrían una respuesta inmunológica muy fuerte, que les provocaría un gran daño.

Test diagnóstico
Los investigadores también están generando un kit de diagnóstico que permita, apenas nazca el bebé, conocer si estuvo o no expuesto a la falta de tiroxina y si esta carencia le afectó.

Según Riedel, en 2013 se plantearon la posibilidad de buscar marcadores biológicos (varias moléculas alteradas) en los recién nacidos. Por ahora, esperan encontrar al menos cinco moléculas que podrían ser parte del kit de diagnóstico. "La idea es que una vez nacidos los bebés y con la misma muestra con la que se les practican los otros exámenes se puede detectar si presenta este conjunto de marcadores", señala la experta.