Uno de los peores accidentes del último tiempo en el montañismo ocurrió ayer nada menos que en el Everest, el monte más alto del mundo. Una gigantesca avalancha, que llegó hasta parte del campamento base, sepultó a al menos 14 personas y dejó decenas de heridos, varios de ellos graves, además de otros seis desaparecidos.
El accidente afectó a unos 50 sherpas, los asistentes nepalíes, que estaban instalando las cuerdas y demás implementación a la espera de que escaladores del resto del mundo iniciaran los ataques a la cumbre.
Los afectados ya bajaban hacia el Campamento 1 cuando se vino abajo la nieve y el hielo en la llamada Icefall, una de las zonas más peligrosas, precisamente por el riesgo de avalanchas, pero que se encuentra en el camino más común para ascender esta montaña.
Entre quienes presenciaron ayer la tragedia había varios chilenos, pues ya estaban en el lugar la expedición de empresarios que lidera Rodrigo Jordán y en la que está el empresario Ignacio Cueto, así como Roberto Moya, quien intentará el asalto al macizo de manera solitaria. Todos se encuentran bien.
"Triste y lamentable accidente en el Everest. Equipo chileno bien y nuestros sherpas también. Fue una avalancha gigante. Se han encontrado 13 cuerpos. Hay cuatro a seis aún perdidos. Todos sherpas de otras expediciones", escribía Jordán en su cuenta de Twitter horas después de la tragedia.
En tanto, Moya se comunicó con su familia para manifestarles que no había sufrido lesiones. El médico, de hecho, se encontraba junto a los otros chilenos al momento del alud. "Estamos en perfectas condiciones, aunque la situación en un principio era caótica", les contó Moya a sus familiares a través del teléfono satelital.
Por estos días, una tercera expedición iba a llegar al campamento base, liderados por el ex ministro de Deportes Gabriel Ruiz Tagle, pero ese grupo aún no arriba a Nepal.