Creatividad, estilo y talento es lo que se da naturalmente en ArteBA, una de las ferias de arte contemporáneo más importantes de Latinoámerica y que desde su centro de operaciones La Rural, en la ciudad de Buenos Aires, marca pauta. Es en este espacio donde las galerías más reconocidas exhiben a sus mejores artistas y obras, confluyendo en sólo cinco días lo más granado –y también glamoroso– de esta industria que mueve millones de dólares. Sin embargo, en ArteBA siempre hay más.
Movimiento a destajo, gente probando bicicletas o haciendo obras de arte in situ y un cine que proyecta El Artista, es lo primero que nos rodea y llama la atención. Pienso: si de algo entienden los argentinos es de espectáculo. Y efectivamente, esta muestra está dotada de ese cariz que siempre suma visibilidad, dándole un giro tan grandilocuente que realmente nos sentimos parte de una de las ferias más importantes del mundo.
Aquí no hay medias tintas, pero, asimismo, todo es tan accesible que derrocha cátedra. Artistas consagrados conviven sin opacar a los emergentes, que demuestran que la originalidad es importante para destacar entre tantos. Así lo vivimos con la experiencia del sector Barrio Joven, en el que las obras con una propuesta que apela a la innovación y nuevas tecnologías, se hace notar.
No obstante, la nota diferencial en esta ocasión estuvo dada por la presencia chilena, que estuvo presente en las diversas actividades que se realizaron durante ArteBA.
ARTE CHILENO, ARTE ACTUAL
Representando el circuito de Alonso de Córdova, Galerías como AMS Marlborough e Isabel Aninat mostraron obras de reconocidos artistas chilenos como José Balmes, Matilde Pérez, Carlos Lepe, Benjamín Lira y Sammy Benmayor.
Impecable, Isabel Aninat apostó por grandes maestros chilenos, ya que los precios aún están muy accesibles en comparación a los estándares del mercado internacional. "En nuestros país se puede comprar muy buenas obras a precios muy bajos; un Balmes o Barrios de los 70 y obras claves de Matilde Pérez que en un futuro cercano se triplicarán", comenta Aninat.
"El galerista de Chile ", Tomás Andreu, de Galería Animal, presentó un stand que refleja la dirección que está tomando su galería. Con un propuesta más contemporánea y cada vez menos clásica, la selección de Animal fue una de nuestras mejores representaciones, con fotografías de Alfredo Jaar –las de su serie "This is not America" fueron vendidas en su totalidad– y el llamativo Víctor Castillo, quien mostró nuevas obras, y se consagró con su surrealismo pop, como uno de los principales exponentes a nivel internacional. Los fotomontajes de la cada vez más cotizada Margarita Dittborn, además de trabajos de Hernán Gana, Luis González Palma, Jorge Lankin, Ramiro Quezada y Nicola Costantino, fueron otro de los puntos altos.
Los representantes del nuevo galerismo chileno –AFA, Florencia Loewenthal, Die Ecke y Moro– demostraron que el espectro del panorama nacional es mucho más amplio, rico y de estándares internacionales.
AFA, con una estrecha relación con Buenos Aires –ya es su tercer año en ArteBA– destacó exhibiendo trabajos de artistas argentinos como Res y Marcelo Brodsky. Aunque, definitivamente, las que se robaron la película fueron las atrayentes directoras de AFA, quienes no pasaron inadvertidas con sus elaborados atuendos y su diversificada red de contactos, convirtiendo a Irene Abutajum y Elodie Fulton en influyentes actores de nuestra emergente industria. Cabe destacar que ellas estuvieron a cargo del recorrido por las galerías chilenas que realizó la ministra Paulina Urrutia y el equipo de la Trienal de Chile. Pero no todo fue lobby para ellas, ya que vendieron en su totalidad la serie de obras del artista español Francis Naranjo.
Paul Birke, director de Die Ecke, un espacio para manifestaciones emergentes de artistas que no superan los 35 años, destacó los trabajos de Alejandra Prieto, artista chilena que está teniendo una excelente carrera, con exposiciones en Nueva York, Bogotá y actualmente seleccionada para la Trienal de Chile y la Bienal de Bolivia.
Por su parte, Florencia Loewenthal, conocida por su seriedad y buen ojo, participa por primera vez en la feria, mostrando trabajos de Patricia Domínguez, Carlos Navarrete (que exhibió obras de su participación de la última Bienal de Sao Paulo), Rodrigo Zamora, Ximena Somoza y el argentino Cristián Segura, quien también está invitado a la Trienal de Chile.
Sin embargo, fue Galería Moro la que se encargó de coronar la participación chilena llevando a los dos últimos representantes de Chile en la Bienal de Venecia: Mónica Bengoa e Iván Navarro.
Galería Traffic, representando una generación más joven, ganó el tercer lugar del concurso Barrio Joven de ArteBA con una galería itinerante montada sobre un auto que hizo el viaje desde Santiago a Buenos Aires, registrándolo y dando origen a "Aventura Trasandina", empleando el propio auto como soporte.
LA TRIENAL DE CHILE EN ARTEBA
Las actividades de instalación de la Trienal de Chile en ArteBA fueron diversas. Desde un recorrido de la ministra de cultura, Paulina Urrutia, por lo que ofrecían las galerías chilenas, hasta una conferencia. Aunque lo más comentado y donde se pudo apreciar en magnitud el peso de la delegación chilena fue en la concurrida fiesta, catalogada por la propia Julia Comberti, jefa de proyectos de ArteBA, como la mejor fiesta de esta edición, quitándole el trono a la conocida fiesta que realiza el Malba. Diversas personalidades del arte chileno y latinoamericano se encontraron en unos de los restaurantes más cool de Buenos Aires, el Casa Cruz, perteneciente al también chileno Juan Santa Cruz.
La propuesta para la primera Trienal de Chile dio a conocer a los 150 artistas que participarán en la serie de actividades programadas para las siete ciudades que albergarán las distintas exposiciones, residencias, conferencias, coloquios, talleres, intervenciones y clínicas artísticas que apuntan a reflexionar sobre la producción actual del arte y propiciar el encuentro a través de zonas neurálgicas de Chile, como Iquique, Antofagasta y Valparaíso.