Son cuentas alegres las de Chilevisión. A más de un año de iniciar su incursión en el rubro de la organización de recitales (con dos multitudinarios shows de Charles Aznavour en Espacio Riesco), la televisora repite hoy el éxito de convocatoria precisamente con el chansonnier, que ayer regresó al país para presentarse esta noche en Concepción (SurActivo), el jueves en Santiago (Movistar Arena) y el sábado en Antofagasta (Estadio Sokol).
El longevo cantante francés ya aseguró más de un 95 por ciento de entradas vendidas para el concierto que ofrecerá en el ex Arena Santiago y afianza la jugada que también los ha llevado a estar detrás de los recitales de Roberto Carlos (17 junio 2008) y McFly (7 junio 2009).
"Trabajamos con el mismo criterio de cualquier otra productora de espectáculos y, en este caso, directamente con un artista que ya es como de la casa", comenta Paola Olivares, de la oficina que está encargada de agendar presentaciones y también de participar como coauspiciador de otras citas musicales, como Kenny G (el 4 de septiembre recién pasado, en el Caupolicán) y los venideros Tito "El Bambino" (17 octubre, Movistar Arena) y Juan Gabriel (29 octubre, en el mismo escenario).
EL PROBLEMA DE LA MIEL
Un pote de miel. La doméstica fórmula para despejar la garganta le jugó una mala pasada al cantante ayer, a poco de arribar a Santiago en vuelo proveniente desde Buenos Aires.
El frasco de miel fue requisado por las autoridades sanitarias del Aeropuerto de Santiago, lo que demoró su salida de la terminal y que, además, lo tuvo a punto de perder el vuelo local que lo llevaría a Concepción, donde se presenta esta noche.
Custodiado celosamente por un par de hiperventilados miembros de su equipo, el hombre de La boheme caminó relajadamente por la terminal y sólo atinó a saludar a un par de afortunados que lograron acercársele para estrechar su mano. Tras una gestión de última hora, el intérprete de origen armenio pudo abordar el vuelo LAN que lo llevó al sur del país, para la primera de tres escalas de esta, que es una nueva extensión de la larga gira de despedida que lo tiene tocando por el mundo desde 1999 (y que ya lo trajo en las mismas condiciones en mayo del año pasado).
Aznavour, que suma 85 años de edad, pisó por primera vez suelo chileno en 1962, cuando filmó Le rat d'Ameriquel a tres mil 600 metros de altura, en la mina La Disputada, de Las Condes.
Regresó en 1980 y ofreció dos shows en el Municipal de Viña, y un año después participó en el programa Vamos a ver, de Raúl Matas. En julio de 1993, retornó a Martes 13 y un día después cantó en el Hotel Sheraton.