Una antigua central nuclear china para uso militar, la Planta 816 en la municipalidad de Chongqing (centro de China), fue reconvertida en una atracción para los turistas, informó Radio Internacional de China.
La central abandonada, abierta al público desde el fin de semana y construida en el interior de la tierra, es además la cueva artificial más grande del mundo, según la prensa oficial del país asiático.
La central se comenzó a construir secretamente en 1966 y dejó de funcionar en 1984, porque la Comisión Militar Central China consideró que el clima internacional era más "pacífico" que en las décadas anteriores, relató Radio Internacional de China.
Sin embargo, no fue hasta 2002 que se reveló la existencia del lugar, al desclasificarse la información relacionada. La cueva donde se encuentra fue diseñada para aguantar terremotos de hasta ocho grados de magnitud y ataques con toneladas de explosivos.
No es la primera vez que las autoridades chinas abren al turismo una instalación nuclear militar: en 2007, hizo lo propio con la antigua base nuclear china de Haibei, lugar donde China construyó su primera bomba atómica, en la provincia de Qinghai (oeste del país).
La primera bomba atómica china se probó con éxito el 16 de octubre de 1964 en el desierto de Lop Nur, también en el oeste del país.
China, país que colaboró en el desarrollo de programas nucleares de estado vecinos como Pakistán, es firmante del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP) y se comprometió a no usar sus armas nucleares jamás a menos que otra potencia atómica las utilice contra su territorio.