Ni siquiera la disminución en el crecimiento de la economía del país (que podría ser proyectado en 7%) ha frenado el fuerte aumento del presupuesto militar y ya fue situado para este año "en torno a un 10%", según un alto responsable de la Asamblea Nacional Popular, que hoy inicia su sesión anual. La estimación, que fue avanzada por la portavoz de la Asamblea Nacional Popular (ANP) Fu Ying, será definida con más detalles hoy.
"En este momento, puedo ofrecer una idea general. La subida propuesta para gastos militares en 2015 en el presupuesto provisional será de en torno a un 10%", declaró Fu en rueda de prensa. De esta forma, Beijing y el Presidente Xi Jinping mantienen su apuesta de confirmar su estatus de potencia en la escena política asiática y mundial y para esto es fundamental aumentar en forma acelerada su gasto militar, que ya incrementó en 11,2% en 2012, 10,7% en 2013 y un 12,2% en 2014.
El presupuesto de defensa chino es el segundo más alto del mundo, muy por detrás de Estados Unidos. En todo caso los expertos occidentales creen que el gasto real de Beijing en esta materia sobrepasa con creces las cantidades oficiales.
El Pentágono ha estimado que China dedicó en 2012 entre US$ 135.000 millones y US$ 215.000 millones en su Ejército, el más grande del mundo, con 2,3 millones de soldados. Según las cifras oficiales, el gasto en defensa de China en 2014 fue de US$ 131millones, mientras que el presupuesto en esta materia solicitado por el Presidente Barack Obama para el año fiscal 2016 fue de US$ 585 mil millones.
El nuevo aumento del presupuesto militar chino vuelve a disparar las alarmas de los países vecinos, especialmente aquellos que mantienen diferencias territoriales con Beijing, algo que los ha llevado a reforzar sus acuerdos de defensa con Washington. Las relaciones entre Tokio y Beijing se han degradado mucho desde 2012 por una disputa sobre la soberanía de las islas deshabitadas Senkaku (Diaoyu, para China), situadas en el mar de China oriental, administradas por Japón y reclamadas por China.
En respuesta, Japón ha comenzado a aumentar su presupuesto militar, de la misma forma como lo ha hecho India, país que tiene una disputa fronteriza terrestre con China.
Beijing ha explica el aumento de su gasto de defensa como una necesidad de "recuperación" tras las "humillaciones" infligidas por las potencias occidentales y luego por Japón, en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Con la intención de calmar los ánimos regionales, la portavoz de la Asamblea Nacional Popular declaró que China no ha olvidado las lecciones de la historia ya que "aquellos que se queden atrás serán intimidados". "Nuestro país busca alcanzar la modernización, y en eso la modernización de la defensa nacional resulta una parte importante. Esto requiere una cierta garantía de financiamiento", añadió.
Pese a su fuerte inversión, el Ejército chino todavía tiene un largo camino que recorrer para convertirse en la potencia militar que quiere ser. En febrero, un informe del grupo de análisis estadounidense Rand Corporation advertía de que las Fuerzas Armadas chinas padecen "puntos débiles potencialmente graves" que pueden impedirle cumplir las misiones que les exijan sus mandos.