La muerte del ex presidente chino Jiang Zemin, de 84 años, es un "puro rumor", aseguró hoy la agencia oficial Xinhua, que citó a "fuentes autorizadas" después de que dos televisoras de Hong Kong dieran por hecho que había fallecido.
"Las recientes noticias de algunos medios extranjeros sobre la muerte de Jiang Zemin por enfermedad son un 'puro rumor', dijeron fuentes autorizadas", se indica en la escueta nota de la agencia estatal.
Los rumores sobre la muerte del ex presidente comenzaron el pasado 1 de julio, debido a su ausencia en las celebraciones del 90° aniversario del Partido Comunista de China (PCCh) y se multiplicaron después en redes sociales como Twitter, prohibido en el país asiático, y la china Weibo.
Dos televisoras de Hong Kong, ATV y TVB, dieron por hecho ayer que Jiang había muerto a causa de un paro cardiaco como consecuencia de las complicaciones del cáncer hepático que padecía el ex presidente, nacido el 17 de agosto de 1926 en la provincia oriental de Jiangsu, colindante con Shanghái.
El pasado día 3, nuevos rumores aseguraban que el Hospital del Ejército de Liberación Popular número 301, donde se suele ingresar a los líderes chinos, cerró de repente el tráfico de los alrededores para permitir el acceso a una veintena de vehículos militares, aunque ayer el ambiente en el hospital era de normalidad.
La censura china bloquea en internet las informaciones sobre la posible muerte de Jiang y la búsqueda de palabras como "infarto de miocardio" o "secretario general", aunque en buscadores chinos sí es posible acceder a información antigua del ex presidente.
A pesar de su avanzada edad, Jiang, que dirigió el país entre 1989 y 2003, todavía mantiene una considerable influencia sobre una de las facciones con más poder en el seno del PCCh, el llamado "Grupo de Shanghái", por lo que su estado de salud puede tener repercusiones en el traspaso de poder previsto para el 2012.
No es la primera vez que se disparan los rumores de la muerte del ex mandatario. La última tuvo lugar el pasado octubre, coincidiendo con el anuncio de la concesión del Premio Nobel de la Paz al preso político e intelectual chino Liu Xiaobo.