Las autoridades en China recomendaron a los turistas no visitar un tramo de la Gran Muralla que pasa por el distrito de Huairou, en las afueras de Pekin, ya que fue escenario de 26 accidentes el año pasado, con una persona muerta. Esto, debido a que muchas personas intentan escalar dicho tramo.
Huairou, al norte de la capital china, posee uno de los tramos menos recorridos y algunos de los paisajes naturales más bellos del municipio, por lo que es preferido por algunos aventureros, siendo además una de las pocas secciones del monumento que no está restaurada y es más "auténtica".
También es usado por escaladores para practicar en algunos escarpados tramos de esta construcción defensiva, erigida hace más de dos mil años para proteger a los chinos de los invasores nómadas del norte de Asia. Tiene menos infraestructuras de seguridad, como barandillas, muros protectores o personal de vigilancia.
En años anteriores, por otro lado, se registraron incidentes entre habitantes de la zona y turistas, porque aunque el tramo está abandonado y por tanto no hay que pagar entrada para recorrerlo, algunos vecinos montan guardia en el lugar para intentar cobrar a los visitantes, y algunos se enfrentan a estos cobradores ilegales.
Las autoridades chinas han colocado carteles informativos en la zona, advirtiendo de los peligros de escalar en solitario esta "Gran Muralla Salvaje", como algunos la conocen, y han recomendado a los visitantes que informen de ello a responsables de mantenimiento del famoso monumento chino.