Transportar por mar a Europa cualquier producto tecnológico, como el último iPad o la nueva versión de la tablet Galaxy, le toma a China 60 días, considerado toda una eternidad para los fabricantes. Es por eso que el Presidente chino, Xi Jinping, anunció este mes que acelerará la construcción del Cinturón Económico Ruta de la Seda del Siglo 21, un plan que fortalecerá la cooperación entre Asia y los países europeos. Para ello se invertirán US$40 mil millones y Beijing ayudará a los países que forman parte de esta ruta con los proyectos de infraestructura, entre los que se incluyen las redes de transporte y las instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones.
Xi Jinping propuso crear esta ruta durante una visita a Kazajistán en septiembre de 2013. Según señaló la agencia rusa de noticias Itar- Tass, la idea es fortalecer los vínculos de cooperación y expandir el desarrollo de los estados Euroasiáticos. La ruta iría desde China a Europa, pasando por países de Asia Central y Rusia. Un mes después, China propuso un proyecto similar de cooperación con los países del oeste y sur de Asia, así como con los del este de Africa y Europa, llamado la Ruta Marítima de la Seda.
Uno de los países claves para que China consiga su sueño es, precisamente, Kazajistán que, gracias a los recursos del petróleo, está construyendo un puerto seco y patio de maniobras de trenes en la ciudad de Khorgos, que limita al este con el gigante asiático. Según señala la revista británica The Economist, Kazajistán ofrece una puerta trasera para la ruta, donde los trenes que salen desde Chongqing, en el centro-sur de China, hacia Duisburg en Alemania se demoran 14 días en recorrer los 10.800 kilómetros que los separan. La empresa estatal de trenes de Kazajistán, KTZ, ha prometido invertir US$ 44 mil millones en los próximos cinco años para hacer que ese recorrido se demore sólo 10 días. El semanario señala que durante el primer año, luego de la apertura de la línea en Khorgos en 2012, el volumen de los containers que iban de China a Rusia a través de Kazajistán subió en 80% y se proyecta que las ganancias podrían llegar a los US$3.500 millones en 2020. Hasta ahora, la mayor parte de la mercadería viaja por mar, ya que es mucho más barato: cuesta cerca de US$ 4.000 el viaje en comparación con los US$ 9.000 que sale realizarlo por las vías terrestres.
El factor ruso
Pero que este plan tenga éxito depende en gran parte de Rusia. Esto, porque un proyecto de Moscú fue el que ayudó a modernizar el transporte en Eurasia. En 2011, Kazajistán, Rusia y Bielorrusia formaron la Unión Aduanera, que se convertirá en la Unión Euroasiática en enero. Aunque muchos creen que la verdadera intención del Presidente ruso, Vladimir Putin, es revivir de alguna manera la Unión Soviética con esta iniciativa. Además, a comienzos de mes se ratificó el acuerdo de Buena Vecindad y Relaciones Aliadas entre Rusia y Kazajistán que regula la cooperación mutua. Para el canciller kazajo, Yerlan Idrisov, el acuerdo va en la línea de los intereses de largo plazo de su país. "Kazajistán considera a Rusia como su socio clave en lo político y económico en el espacio Euroasiático", dijo.
Según The Economist, la tensa relación entre Rusia y Occidente hace que la ruta sea vulnerable. Por ejemplo, en octubre pasado Moscú amenazó con bloquear los productos occidentales que pasaban por Kazajistán y Bielorrusia, como respuesta a los castigos de Occidente hacia Moscú, por su anexión de Crimea y las incursiones en Ucrania. La revista advierte, eso sí, que existe el temor de que no resulte como ocurrió en la zona de libre comercio abierta en 2011 en Khorgos, en la que por el lado chino es posible ver desde bancos hasta malls y tiendas de toda clase de productos, mientras que en la zona de Kirguistán hay apenas unos cuantos negocios.
Por otro lado, esta semana tanto Rusia como China prometieron fortalecer su cooperación militar, justo en un momento en que las voces que hablan de una "nueva guerra fría" suenan más fuerte. Según el diario Financial Times, las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia han hecho que Putin se acerque más al país asiático, "para demostrar que tiene opciones económicas y estratégicas y que no está completamente aislado del escenario mundial". Por su parte, los líderes chinos han recibido favorablemente la propuesta, en un momento en que buscan hacer frente a sus vecinos, con quienes mantienen disputas territoriales en el Mar del Este y Sur de China.
Según el canal ruso RT, Occidente ve con inquietud los lazos económicos entre Moscú y Beijing. Así el historiador Gerald Horne dijo a esta cadena que "considerando que desde 2013 el Presidente Putin y el Presidente Xi Jinping se han reunido al menos 13 veces, existe una preocupación sobre Rusia precisamente por esta relación". A su juicio, Moscú podría reconsiderar sus prioridades económicas, debido al alza en la demanda por el gas y petróleo ruso de parte del gigante asiático.