Un británico de 53 años condenado a pena de muerte por tráfico de drogas en China fue informado hoy de su inminente ejecución a primera hora de mañana martes, aseguró el grupo defensor de los derechos humanos Retrieve, con sede en Londres.
Akmal Shaikh fue condenado tras ser detenido en 2007 con cuatro kilogramos de heroína en Urumqi, capital de la provincia de la región occidental china Xinjiang. De acuerdo con Retrieve, el hombre padece una enfermedad mental.
"Esta mañana se le informó que será ejecutado mañana por la mañana. No sé cuál fue su reacción, sólo sé que fue informado", dijo Sally Rowen, directora legal de Retrieve en Londres.
Añadió que las autoridades chinas siempre habían dicho que le notificarían su ejecución 24 horas antes, aunque subrayó también que en el pasado habían concedido indultos "justo en el último minuto". "No hay ningún motivo para pensar que esto no pueda suceder en este caso", dijo Rowen hoy en una entrevista con la BBC.
La hija de Shaikh, en cambio, manifestó hoy su temor a que el tiempo para un indulto sea insuficiente. "Me gustaría albergar esperanzas, pero el tiempo parece que se nos escapa", comentó Leilla Horsnell a la BBC.
El primer ministro británico, Gordon Brown, llamó al gobierno chino a conmutar la pena a Shaikh.
Un portavoz de la embajada británica en Londres defendió la pena de muerte. La heroína incautada habría bastado para matar a 26.000 personas. "Incluso en Reino Unido habría recibido una pena dura", dijo el portavoz.
Si la condena se lleva a término, sería la primera vez que un ciudadano de la Unión Europea es ejecutado en China desde hace 50 años, reportaron medios británicos.