China construyó una estación de seguimiento sismológico en el distrito de Tingri, a los pies del monte Everest, la montaña más alta del mundo, en la región del Tíbet.
Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, la estación se ubica a una altura de 4.255 metros por encima del nivel del mar, dentro de la prefectura de Xigaze.
La Administración de Terremotos de China invirtió 140.000 dólares en la construcción de la estación, que se alargó durante cuatro meses por las complicadas condiciones meteorológicas en la montaña.
"Es la primera instalación que se ubica en el sur de Xigaze, que sufre frecuentes movimientos sísmicos. Puede aportar materiales de primera mano para la investigación científica y aumentar el seguimiento de terremotos en el área de la frontera entre China y Nepal", aseguró Soiring, subdirector de la Administración Regional de Terremotos.
En este sentido, el oficial añadió que las mediciones sismológicas tendrán aplicaciones en el estudio de las placas tectónicas de la cordillera del Himalaya, en la que se encuentra el Everest, que con 8.848 metros se eleva por encima de cualquier otra cima del mundo.
Las señales captadas a través de las ondas sísmicas se transmitirán a través del satélite a los organismos nacionales encargados del seguimiento de los terremotos.
Sin embargo, no será la estación sismológica más alta de China, ya que otro dispositivo, situado en la prefectura de Nagqu, también en Tíbet, opera desde el año pasado a una altura de 5.000 metros.
El oeste de China sobre todo las regiones de Xinjiang, Tíbet y la provincia de Yunnan sufre con frecuencia terremotos de intensidad media, aunque en muchas ocasiones no producen daños personales debido a que buena parte del área occidental del país está deshabitada.
Se trata de una zona que soporta la fricción de las plazas tectónicas asiática e india, lo que lo convierte en un lugar con alto riesgo de sismos.