Beijing emitió hoy por primera vez una alerta naranja por el smog que se cierne sobre la ciudad, una contaminación considerada "peligrosa" y que ya lleva cinco días.
Por eso mismo, las emisiones de las fábricas fueron reducidas y hay prohibiciones de usar el automóvil para una parte de los coches de las autoridades. Las actividades al aire libre para alumnos de primaria y secundaria en las partes más contaminadas de la ciudad, de 20 millones de habitantes, fueron suspendidas.
Los hospitales informaron de un "fuerte aumento" de los pacientes con problemas respiratorios, informó la agencia de noticias estatal Xinhua. También se presentaron personas con problemas del corazón y circulatorios. Los más afectados fueron los ancianos y los niños.
El naranja es la segunda alarma más alta. De acuerdo con el plan de emergencia, el 30% de los automóviles del gobierno, el partido y la administración de la ciudad no podrán viajar por la ciudad.
Las emisiones de 54 fábricas serán reducidas en un 30%. En 38 obras fueron suspendidas las tareas por el polvo que levantaban.
También la fábrica de autos de la surcoreana Hyundai así como una fábrica de cemento frenaron su producción.