El gobierno chino aseguró a los enviados personales del Dalai Lama que Beijing no hará ninguna concesión en cuestiones relacionadas a su soberanía nacional, informó hoy el Partido Comunista de China (PCCh).
"Las cuestiones relativas al territorio de China y su soberanía no son negociables y no se harán concesiones sobre estos asuntos", aseguró Du Qinglin, jefe del Departamento del Frente Unido del Comité Central del PCCh, en un comunicado recogido por la agencia oficial Xinhua.
La delegación tibetana en el exilio llegó la semana pasada a China para entablar conversaciones con el gobierno chino, tras un lapso de quince meses, en la novena ronda de diálogo entre los tibetanos y las autoridades chinas desde el inicio del proceso, en 2002.
Aunque Du Qinglin afirmó que la puerta para el diálogo con el Dalia Lama permanece abierta, añadió que los contactos no progresarán si el líder tibetano continúa las actividades contra China y se niega a mostrar un "respeto básico y sincero".
A China viajaron el enviado especial del Dalai Lama, Lodi G. Gyari, y el enviado Kelsang Gyaltsen, acompañados de los miembros del Grupo Tibetano de Trabajo para Negociaciones, Tenzin P. Atisha y Bhuchung K.Tsering, y del miembro de la secretaría del grupo, Jigmey Passang.
Hasta el momento, ninguna de las rondas de diálogo chino-tibetanas ha supuesto avances significativos en la disputa que enfrenta a China con los líderes tibetanos en el exilio, albergados en la India.
La reunión ha coincidido con el relevo de jefes del Ejecutivo y Legislativo de la provincia de Tíbet, casi dos años después de que la región autonómica china fuera escenario de las peores revueltas en 20 años contra el régimen comunista.
El 14 de marzo del 2008, 19 personas, según el gobierno chino -más de 200, de acuerdo con los tibetanos en el exilio- murieron en enfrentamientos en Lhasa y Beijing culpó directamente al Dalai Lama.
Las denuncias de represión policial contra los tibetanos a raíz de las revueltas causaron una oleada de críticas de la comunidad internacional a China, e incluso llamados al boicot de los Juegos Olímpicos que meses después se celebraron en Beijing.
China considera que la región autónoma del Tíbet cubre apenas 1,2 millones de kilómetros cuadrados en el suroeste del país, mientras que círculos próximos al líder tibetano incluyen en su nación zonas de otras provincias chinas donde viven tibetanos, que se extienden por al menos otro millón de kilómetros cuadrados.