Las autoridades penitenciarias de China, país donde los presos sin juzgar tienen prohibido reunirse con familiares y amigos antes de ser condenados, introdujeron con carácter experimental cámaras de video para que detenidos en prisión preventiva puedan verse antes del juicio, informó la agencia Xinhua.
Este sistema, que comenzó a probarse en un centro de detención preventiva en la región noroccidental de Ningxia, será después extendido a otras instalaciones similares en el país, declaró a Xinhua el director del Buró de Prisiones de China, Zhao Chunguang, quien inspeccionó el "experimento" ayer viernes.
El video, sin embargo, carece de sonido, por lo que detenidos y familiares, por ahora, sólo pueden mirarse mutuamente, sin posibilidad de conversar, destacó la información.
La ley china contempla la posibilidad de que los detenidos sean retenidos en este tipo de centros hasta seis meses durante las investigaciones anteriores a juicio, un sistema que ha sido duramente condenado durante años por las organizaciones pro derechos humanos internacionales.
Las críticas no sólo derivan de la prolongada privación de libertad de personas sobre las que aún se aplica la presunción de inocencia, sino también por el hecho de que muchas veces los familiares del detenido ignoran el lugar donde se encuentra durante semanas.
Según el responsable nacional de prisiones, "las regulaciones chinas prohíben las visitas a gente en periodo de detención, y como los parientes desean verlos, la instalación de los sistemas de video resuelve el problema".
Los controvertidos centros de detención chinos, usados también para protagonistas de protestas públicas y presos de conciencia, han recibido duras críticas en los últimos meses incluso de las autoridades comunistas, especialmente tras una oleada de muertes de detenidos "en extrañas circunstancias" a principios de este año.
Tras casos como el de Xu Gengrong, un sospechoso de asesinato al que la policía mató de una paliza en marzo, después de dejarle sin comer y dormir durante días, la prensa oficial, expertos y autoridades señalaron la necesidad urgente de reformar el oscuro sistema de los centros de detención previa a los juicios.
Ha habido ocasiones en los que los seis meses de detención extrajudicial fueron prorrogados, en desacuerdo con las leyes chinas, como pasó este año con el célebre disidente Liu Xiaobo, uno de los ideólogos de las protestas de Tiananmen.