China busca aumentar sus importaciones hasta alcanzar los US$10 billones (7,7 billones de euros) en los próximos cinco años, con el fin de estimular el consumo interno, señaló el nuevo primer ministro del país asiático, Li Keqiang, en un encuentro con líderes empresariales de todo el mundo.
Li, citado hoy por el diario "China Daily" destacó a los empresarios que la segunda economía mundial se asegurará de que las firmas extranjeras tengan un acceso justo al mercado chino.
"China expandirá su política de apertura, y la nación necesita promover el consumo interno, por lo que seguirá abriendo sus mercados", subrayó ayer el jefe de gobierno chino en la ceremonia de clausura del foro.
En su plan quinquenal 2011-2015, China se fijó como uno de sus principales objetivos el estímulo del consumo interno, para cambiar su actual modelo económico basado en las exportaciones y la atracción de inversión exterior.
Pese a estos planes, la segunda economía mundial es aún muy dependiente de los mercados occidentales para alimentar su crecimiento, como se hizo patente en 2012, cuando la baja demanda de sus socios tradicionales (Estados Unidos y la Unión Europea) causó que el Producto Interno Bruto (PIB) registrara su peor ritmo de aumento en una década (7,8%).
Este año el Gobierno chino se ha fijado un aumento de 7,5% en su PIB, aunque analistas internacionales opinan que Pekín superará esa cifra y también la del año pasado.