Una madre china que fue obligada a abortar embarazada de 7 meses fue indemnizada con 11 mil dólares tras un acuerdo extraoficial pactado entre la familia y las autoridades, luego de que se exhibieran imágenes de ella con el cadáver del feto en la cama de un hospital.
El acuerdo alcanzado entre ambas partes manifiesta que la familia ha aceptado la citada cantidad de dinero "para poder volver a la vida normal", según explicó el marido de la mujer identificada como Feng Jianmei, Deng Jiyuan, al diario "South China Morning Post".
El abogado de la familia, Zhang Kai, confirmó que se trata de un acuerdo extraoficial (al margen de las autoridades judiciales) con el Gobierno condal de Zenjia, al que pertenece la ciudad natural de la mujer, Ankang, en la provincia de Shaanxi (centro oeste).
Tras el acuerdo económico, la familia ha retirado una demanda que buscaba, precisamente, una compensación del Estado.
En opinión del letrado, el dinero recibido por la familia "no es ni mucho ni suficiente" por forzar a abortar a la madre de 29 años al no poder ésta afrontar la multa económica (cerca de 40.000 yuanes, más de 6.000 dólares y 5.000 euros) impuesta por el segundo descendiente en China en base a la política de hijo único vigente en el país desde 1979.
La repercusión internacional que ha tenido el caso fue provocada por la difusión en internet de las impactantes imágenes de la madre, mientras su marido dio a conocer que Feng había sido detenida durante tres días, forzada a abortar y, posteriormente, a firmar un documento de consentimiento.
Por ello, y ante la actitud de las autoridades chinas -que pidieron perdón público a la madre y destituyeron a tres funcionarios-, el abogado de la familia asegura que los abortos forzados "van a disminuir" en China, ya que el régimen comunista "irá con más cuidado, debido a la influencia del caso".