El Gobierno de China calificó hoy de "accidental" el ataque que sufrió, durante las recientes protestas contra Japón, el automóvil del embajador estadounidense en Beijing, Gary Locke, y prometió que indagará lo sucedido.

"Las autoridades investigan el caso seriamente y lo manejarán de acuerdo con la ley", señaló en conferencia de prensa el vocero chino, Hong Lei, quien añadió que China se esfuerza "por proteger la seguridad de las instituciones y el personal de las legaciones diplomáticas" en su territorio.

El martes, en el cuarto día de protestas antiniponas ante la Embajada japonesa en Beijing por el conflicto que ambos países mantienen sobre las islas Diaoyu/Senkaku, un grupo de medio centenar de personas rodeó el automóvil de Locke (cuya residencia oficial se encuentra cerca de la legación nipona) y lo movieron y golpearon, generándole daños menores, hasta que fueron dispersados por fuerzas policiales.

El suceso coincide con la actual visita a China del secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, quien en sus reuniones con líderes chinos pidió a Beijing que reduzca la tensión actual con Tokio por la soberanía de las Diaoyu/Senkaku.

Hoy mismo, Panetta tuvo un encuentro con soldados cadetes del Ejército de Liberación Popular chino, a quienes señaló que China "debe ir más allá de las heridas infligidas por Japón durante la Segunda Guerra Mundial", conflicto que 70 años después todavía enfrenta a las dos potencias asiáticas.

Tras cuatro días de protestas, que hoy remitieron, el portavoz Hong señaló en la rueda de prensa que "Japón debe escuchar la fuerte llamada del pueblo chino a defender la soberanía nacional", y reiteró que la reciente compra de tres islotes de las deshabitadas Diaoyu es el origen de las actuales tensiones y protestas.

La fuente oficial añadió que China está "totalmente justificada" para enviar tanto barcos pesqueros como patrullas de servicios guardacostas a las aguas disputadas.

Respecto a la cancelación de eventos bilaterales que se ha producido debido al rifirrafe diplomático (entre ellos una exposición chino-japonesa que iba a acoger Shanghái), Hong aseguró que "el anuncio de compra de las Dioayu dañó gravemente las relaciones bilaterales, y ha tenido un impacto negativo en los intercambios chino-japoneses".

Situadas a 250 kilómetros de la costa de China continental y a 200 al oeste del archipiélago japonés de Okinawa, las islas Diaoyu/Senkaku, cuyas aguas podrían contar con grandes reservas de hidrocarburos, han sido motivo de disputa entre China, Japón y Taiwán durante décadas.

El Gobierno de China asegura que Japón -administrador de facto del archipiélago, de sólo 7 kilómetros cuadrados- se apropió ilegalmente de él durante la guerra chino-japonesa de 1894-95.