China está expandiendo un programa piloto para alentar el uso del yuan en el comercio exterior, en una medida que los economistas consideran es parte de una  estrategia para subir el perfil de la moneda en el escenario global.

Citando una decisión del Consejo de Estado, los medios estatales chinos dijeron que el esquema creado hace un año será extendido a la facturación y liquidación de las importaciones y exportaciones con todos los socios comerciales de China

Hasta ahora, los únicos que podían emplear la moneda eran Hong Kong y Macao -ambos territorios chinos-, así como los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.    

"Es una medida muy positiva en el proceso de hacer del yuan una divisa internacional", dijo Wu Zhifeng, economista del Banco de Desarrollo de China en Pekín.

A partir de ahora, las compañías de 20 provincias chinas podrán comercializar sus productos en yuanes. Actualmente, sólo algunas empresas en Shanghái y cuatro ciudades en la sureña provincia de Guangdong pueden emplear la moneda en sus operaciones comerciales.    

Economistas señalan que el propósito de este esquema es hacer que las autoridades de Pekín y del exterior se sientan más cómodas con el uso internacional del yuan, en línea con la creciente influencia económica y financiera de China en el mundo.

"El primer paso para tener una divisa internacional es usarla en los pagos comerciales", dijo Ding Zhijie, profesor de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía de Pekín.

China mantiene estrictos controles de capital, lo que evita que el yuan sea empleado para otros propósitos por fuera del comercio documentado y la inversión.

Pero los líderes del país han dejado claro que quieren que en algún momento el yuan sea una divisa global. Involucrar a la moneda en más operaciones comerciales es un pequeño paso para tener una moneda convertible.

"A nivel general, ellos quieren internacionalizar el yuan haciendo que más gente lo use para propósitos de inversión, para que las corporaciones establezcan operaciones comerciales o para que los bancos alrededor del mundo lo usen como moneda de reserva", dijo Kelvin Lau, economista de Standard Chartered en Hong Kong.

"Pero por supuesto, este es un proceso a muy largo plazo, y en el corto tiempo se debe hacer paso por paso. Obviamente China se siente mucho más cómoda liberalizando la cuenta corriente que la cuenta de capital", afirmó.

Para fines de mayo, se estimaba que las operaciones comerciales que involucraron al yuan alcanzaron los 44.600 millones de yuanes desde el inicio del programa en julio del
2009, reportó la agencia estatal Xinhua citando datos del Banco Popular de China.

Esto daría cuenta de una notable aceleración en la popularidad del programa. Para fines de febrero, el total acumulado por el esquema era de 11.600 millones de yuanes, según datos del Banco Central.