China logró este domingo su primer acoplamiento espacial en modo manual, es decir llevado a cabo por un cosmonauta, entre dos naves en órbita alrededor de la Tierra, según las imágenes difundidas por la cadena de televisión china CCTV.
Tras una maniobra efectuada por la cosmonauta Liu Yang, la nave Shenzhou IX ("Nave divina") entró en contacto hacia las 04H50 GMT con el módulo Tiangong, del que se había separado un poco antes.
Unos minutos después de la maniobra, el centro de control espacial de Pekín anunció en directo en la televisión el éxito de la operación, el principal objetivo de la tripulación del Shenzhou IX en esta cuarta misión espacial habitada china de 13 días de duración.
Los tres cosmonautas a bordo, entre ellos Liu Yang, la primera mujer enviada por China al espacio, habían vuelto a la nave Shenzhou IX antes de la separación del módulo Tiangong-1, que tuvo lugar hacia las 03H00 GMT.
El primer acoplamiento espacial habitado chino tuvo lugar el pasado lunes entre estas dos naves pero en modo automático, es decir que la maniobra fue dirigida desde el centro de control espacial en tierra.
Los acoplamientos manuales pueden ser necesarios en caso de avería de los sistema automático.
China logró hace casi ocho meses su primer "beso" espacial entre la nave sin tripulación Shenzhou VIII y el módulo Tiangong-1, lanzado el pasado 29 de septiembre.
Antes de la misión, Liu Yang se había entrenado en tierra para realizar el acoplamiento manual y había repetido al menos 1.500 veces esta maniobra, que se lleva a cabo con las dos palancas situadas a la izquierda y a la derecha de su asiento a bordo del Shenzhou IX, indicó CCTV.
La maniobra es muy delicada porque las dos naves giran alrededor de la Tierra a una velocidad de unos 28.000 kilómetros y tienen el riesgo de destruirse mutuamente en caso de colisión.
China busca dominar la técnica del acoplamiento espacial de naves en órbita alrededor de la Tierra, una etapa crucial en la conquista del espacio que Rusia y Estados Unidos superaron en los años 1960.
El programa chino de vuelos espaciales habitados tiene el objetivo de crear en una década una estación espacial en la que pueda vivir una tripulación durante varios meses, siguiendo el modelo de la antigua estación rusa Mir o de la Estación Espacial Internacional (ISS).