China advirtió hoy a Estados Unidos que no se involucre en las disputas territoriales del Mar de China Meridional al tiempo que la secretaria de estado estadounidense, Hillary Clinton, se encaminaba a Beijing con la promesa de llevar un fuerte mensaje sobre la necesidad de calmar la tensión regional.

La última vez que Clinton visitó la capital china, los planes de subrayar las mejoras en las relaciones entre ambas naciones fueron desbaratadas por un disidente chino ciego cuyo escape dramático a la embajada estadounidense expuso las grietas de la relación.

Esta vez, los puntos sensibles de la visita son las disputas sobre pequeñas islas y peñascos salientes en zonas ricas en petróleo y gas del Mar de China Meridional y el Mar Oriental que enfrentan a China con aliados de Estados Unidos en la región, como Filipinas y Taiwán.

Mientras Clinton viajaba a Beijing, funcionarios estadounidenses decían que el mensaje vuelve a ser de cooperación y asociación.

Sin embargo, el malestar permanece y llevaron a intercambios tensos con Washington, justo cuando Washington "gira" hacia la región Asia-Pacífico tras años de enfrentamientos militares en Irak y Afganistán.

Hong Lei, un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China sugirió en un informe diario que Washington no ayudaba involucrándose en las disputas marítimas. "Notamos muchas veces que Estados Unidos declaró varias veces que no toma partido", dijo cuando se le preguntó sobre el rol de Estados Unidos.

"Esperamos que Estados Unidos cumpla con sus promesas y haga más de lo que sea beneficioso para la paz y estabilidad regional, y no lo contrario", dijo el vocero.

Periódicos chinos, entre ellos el vocero del Partido Comunista, el Diario de la Gente, sugirieron que los reclamos territoriales del Mar de China Meridional están entre los "principales intereses nacionales" de Beijing, términos que sugieren que comparten la misma importancia que el de la soberanía sobre Tibet y Xinjiang.

Hong no respondió directamente una pregunta sobre si eso era la posición oficial del gobierno. "China, como cualquier otro país en el mundo, tiene el deber de proteger su soberanía e integridad territorial," dijo el vocero.

El lunes, desde Yakarta, Clinton instó a China y sus vecinos del Sudeste Asiático a llegar pronto a un código de conducta para el Mar de China Meridional y enfatizó que las disputas deben ser resueltas "sin coerciones, sin intimidaciones, sin amenazas y sin duda sin el uso de la fuerza".

Sin embargo, los avances se vieron frustrados en los últimos meses por una postura cada vez más firme de China, que incluyó el establecimiento de un cuartel en una isla en disputa y un mayor patrullaje de las aguas disputadas.

Esto sugiere que Beijing no tiene intenciones de retroceder en sus reclamos unilaterales de soberanía sobre una gran zona oceánica y potencialmente sobre reservas energéticas en igual proporción.