Con el énfasis en el océano, el espacio exterior, el ciberespacio y el armamento nuclear, China lanzó ayer su libro blanco de estrategia militar. Y en él se destaca el desarrollo de su Armada, para la defensa de las "aguas abiertas", bajo el concepto de "defensa activa". Un documento que sale a la luz en plena escalada de tensiones entre Beijing y Washington por aguas del Pacífico.
"No atacaremos a no ser que alguien nos ataque, pero con certeza contraatacaremos si nos atacan", dijo el coronel Yang Yujun, portavoz del Ministerio de Defensa, en una rueda de prensa en la sede de prensa del Consejo de Estado.
Así, si hasta ahora la prioridad oficial era la protección de las aguas costeras, los buques de guerra chinos ahora también tendrán como misión la defensa de "las aguas abiertas", para lo cual Armada china "cambiará gradualmente su enfoque". "Necesitamos una Armada fuerte para defender los intereses marítimos de China", apuntó el portavoz.
Precisamente, las acciones de Beijing en aguas del Mar de la China Meridional (Pacífico), que reclama prácticamente en su totalidad pese a las disputas territoriales con países vecinos, como Filipinas, Vietnam o Japón, es lo que ha despertado en los últimos meses la tensión de EE.UU.
El libro blanco hace mención específica a esas disputas, que incluyen también un contencioso con Japón por la soberanía de las islas conocidas como Diaoyu (para China) y Senkaku (para Japón).