China reanudó en la provincia costera oriental de Shandong la construcción de la central nuclear de Shidao Bay, que será la mayor del país asiático y cuyas obras se interrumpieron temporalmente a consecuencia del desastre nuclear de Fukushima, ocurrido en marzo de 2011 en Japón.
Según reveló este fin de semana el semanario "Economic Observer", los trabajos en la central nuclear, situada en la ciudad de Rongcheng, se reanudaron en diciembre.
Según la fuente, la planta será la primera del mundo dotada con tecnología nuclear "de cuarta generación", y cuando se finalice en 2017 tendrá una capacidad generadora de 6.600 megavatios.
Tras el accidente de Fukushima, que aumentó la sensibilidad mundial hacia los peligros de la energía nuclear, el Gobierno chino decretó la detención de nuevos proyectos de centrales atómicas, pero en octubre de 2012 levantó esa orden.
China posee 15 reactores nucleares terminados y 27 en construcción, además de planear otra veintena más durante esta década, lo que convertirá al país en líder mundial en producción de energía atómica.
Las autoridades del país informaron en noviembre del hallazgo de una gran mina de uranio que según estimaciones preliminares podría ser una de las mayores reservas del mundo.
Actualmente China es un importador neto de uranio (unas 17.000 toneladas anuales), principalmente de Kazajistán, Uzbekistán, Namibia y Australia.