El Congreso del Pueblo (parlamento) chino bloqueó hoy las aspiraciones de Hong Kong de una mayor democracia al impedir la libre designación de candidatos al puesto de jefe de gobierno de esta región administrativa especial, como lo había estado exigiendo activistas prodemocracia.
A su vez, una comisión electoral leal al gobierno de Beijing confirmó este domingo en el cargo al primer ministro de Macao, Fernando Chui, para otro mandato de cinco años.
La Comisión Permanente del Consejo del Pueblo anunció que un comité "ampliamente representativa", compuesta por 1.200 miembros, elegirá a dos o tres candidatos a la primera elección directa del primer ministro de Hong Kong, programada para 2017. Los aspirantes necesitarán más de la mitad de los votos para poder asumir el cargo.
"El jefe de la administración tiene que ser una persona que ama al país y a Hong Kong", afirmó el Congreso del Pueblo, dejando en claro que cualquier candidato tiene que ser leal al gobierno comunista en Beijing. Al igual que hasta ahora, el primer ministro electo tendrá que ser confirmado por el gobierno central chino.
En respuesta a la decisión "antidemocrática" del Parlamento chino, el movimiento prodemocrático de Hong Kong planea organizar una "era de desobediencia civil". Activistas del movimiento se manifestaron hoy frente a la sede del gobierno regional y anunciaron la ocupación, en una fecha no precisada, del barrio financiero de la antigua colonia británica, llamado Central.
"Se han agotado todas las posibilidades de un diálogo y la ocupación de Central se va a llevar a cabo definitivamente", dijo el movimiento denominado Occupy Central, que había organizado en junio pasado un referéndum, no reconocido por China, sobre las aspiraciones democráticas de los siete millones de habitantes de Hong Kong.
Occupy Central dijo "lamentar profundamente" la decisión del Comité Permanente del Congreso del Pueblo en Beijing de mantener el control sobre la nominación de los candidatos al puesto de primer ministro de Hong Kong.
"Una elección auténtica y general implica el derecho de elegir y ser elegido", subrayó Occupy Central en un comunicado. El movimiento prodemocrático advirtió de que el fracaso de la reforma electoral ha defraudado las esperanzas de un cambio en la población hongkonesa e "intensificará los conflictos en la sociedad". El responsable de esta situación, según el movimiento, es el gobierno comunista en Beijing.
El líder del movimiento, Benny Tai, habló de un "duro golpe para el principio de 'un país, dos sistemas", que rige la administración especial de Hong Kong desde su devolución a China en 1997.
Algunos políticos chinos advirtieron al movimiento democrático sobre las consecuencias de una ocupación del distrito financiero y una situación de caos en la metrópoli portuaria. El ex negociador Chen Zou'er, quien había preparado el traspaso de Hong kong a China, dijo en una entrevista de radio que una confrontación podría acabar en un "baño de sangre".
La antigua colonia británica está siendo gobernada como territorio autónomo según el principio "un país, dos sistemas", al igual que el antiguo enclave portugués de Macao, que se encuentra bajo soberanía china desde 1999.
La policía china impidió hace una semana que activistas de Macao organizaran un referéndum similar al de Hong Kong sobre una ampliación de la democracia y la presentación de una moción de censura contra el primer ministro Chui. Como candidato único, Chui obtuvo los votos de 380 de los 400 miembros de la comisión electoral para permanecer en el cargo.