El disidente Liu Xiaobo, considerado como el más importante opositor del gobierno de China en su país, fue condenado ayer a 11 años de prisión por "incitación a la subversión contra el Estado". Ello ocurrió luego de que varios de sus escritos en los que criticaba a la administración fueran divulgados el año pasado por sitios web extranjeros. Esta es la sentencia más alta dictada contra un ciudadano chino por "subversión", desde que esa figura legal se implantó en 1997.

Liu, de 54 años y veterano de las protestas de Tiananmen en 1989, era además uno de los principales artífices de la Carta 08, documento firmado por varios intelectuales chinos que criticaba el sistema de partido único y denunciaba hechos de represión. "Es muy duro, pues él es inocente. Este gobierno no permite la libre expresión y no nos queda otra opción que publicar manifiestos", comentó Teng Biao, abogado y firmante de la Carta 08.

Al juicio, que sólo duró tres horas, no pudieron asistir observadores internacionales ni periodistas. "Estamos preocupados por la sentencia y seguiremos presionando por su liberación", dijo el primer secretario de la Embajada de EEUU en China, Gregory May. La esposa del disidente, Liu Xia, pudo reunirse con su marido 10 minutos tras la sentencia y señaló que él está"en buenas condiciones sicológicas".

DURAS REACCIONES
Varios países rechazaron el fallo. "Estoy consternada. Lamento que gobierno chino siga limitando de forma tan masiva la libertad de opinión", comentó la canciller alemana Angela Merkel.

En tanto, Washington recalcó que la sentencia contraviene el Pacto Internacional sobre Derechos civiles firmado por China en 1998. Los analistas sostienen que tras los Juegos Olímpicos, China ha endurecido su postura hacia la disidencia y aseguran que el fallo esconde una demostración de fuerza de Beijing hacia las potencias occidentales.