Una porción equivalente a Hong Kong. Esa fue la superficie que China arrendó recientemente a Ucrania para cultivar granos y criar cerdos para el creciente consumo interno del gigante asiático. El acuerdo de US$ 2.600 millones, que implica el uso por 50 años de unos tres millones de hectáreas de estepa deshabitada y fértil -correspondientes al 5% del territorio ucraniano- es la última de las jugadas de Beijing en su afán de proveerse de alimentos y no depender tanto de los mercados. El régimen comunista se anticipa así a las proyecciones que indican que en 2030 la población china alcanzará los 1.460 millones de habitantes, los cuales habrán adquirido nuevos hábitos alimentarios gracias a la mejoría de su nivel de vida.
"La rápida tasa de crecimiento de la renta per cápita de China, junto con una continua migración de cientos de millones de nuevos consumidores a las áreas urbanas, ha creado desafíos para la cosecha china y los sectores ganaderos", explica a La Tercera Dermot Hayes, profesor de economía agrícola en la Universidad Estatal de Iowa. En efecto, el crecimiento poblacional de las zonas urbanas, donde se mudaron millones de campesinos y donde se trasladarán, en los próximos 12 años, otros 250 millones de personas, crea una presión adicional, según el portal China Files. Sobre todo, si se considera que China posee el 9% de las tierras agrícolas cultivables del mundo y consume alrededor de una quinta parte del suministro total de alimentos.
"Frente a un aumento de la demanda de proteínas de origen animal, la escasez de tierra y una reducción en la fuerza laboral agrícola, China ha respondido mediante la importación de casi la totalidad de la soya se necesitan para alimentar sus industrias ganaderas domésticas", afirma Hayes. "Ya se trate de arroz, de trigo o soya, las necesidades de China son enormes y sólo van a aumentar de tamaño, porque no puede producir lo suficiente", agrega Li Qiang, analista jefe de Shanghai JC Intelligence Co. Ltd.
Si bien China produce suficiente cantidad de granos para alimentar a buena parte de su población, no alcanza para alimentar a su ganado porcino, señala China Files. Y esto es clave, ya que el gigante asiático es el principal consumidor y productor de cerdo del mundo. En 2012, los chinos comieron 53 millones de toneladas de carne de cerdo, seis veces más que en Estados Unidos. Según cifras del Earth Policy Institute, China ya compra más del 60% de las exportaciones de soya del mundo para alimentar a su ganado.
"China es actualmente el mayor mercado global de alimentos en el mundo. Lo que los chinos comen tiene repercusiones para todos, debido al alcance cada vez más global de cómo y dónde se produce ese alimento", sostiene una investigación facilitada a La Tercera por Henk Hobbelink, cofundador de Grain, una ONG internacional que promueve la agricultura sustentable. Desde que China comenzó a importar soya para alimentar a su ganado, a principios de los 90, cambió el panorama de la agricultura mundial. Millones de hectáreas en países como Brasil y Argentina fueron convertidas en plantaciones de soya para crear una fuente de forraje barato para los chinos. "Si el gobierno chino abre el país a las importaciones de maíz como lo hizo con la soya, podría desatar otra transformación de la agricultura mundial a la par con lo que ocurrió con la soya. Los acontecimientos recientes demuestran que esto ya está empezando a suceder", advierte Grain.
China ya explota cerca de dos millones de hectáreas en el exterior, entre ellas 234.000 en Argentina, que adquirió la empresa Beidahuang para cultivar soya y maíz. La compañía Chongqing Grain pagó US$ 375 millones por plantaciones de soya en Brasil y US$ 1.200 millones en Argentina por tierra donde cultivará algodón, maíz y soya.
Pero no son las únicas movidas de Beijing a nivel internacional para proveerse de alimentos. Según China Files, la empresa privada de agronegocios china New Hopequien es la que ha apostado más fuertemente a la expansión fuera de China. Hoy, posee 16 fábricas de alimento animal en el extranjero y planea abrir una decena más por año para producir 2.000 millones de pollos, 2.000 millones de patos y 10 millones de cerdos por año en el mundo.